El ejercicio de la admiración

AutorIsrael Sánchez

Hojeando las páginas de REFORMA durante la semana, dos caras distintas de Jesús Silva-Herzog Márquez (Ciudad de México, 1965) sobresalen ante sus lectores.

Los lunes, la del politólogo indignado que resalta y condena convicciones antidemocráticas, tropelías y ocurrencias; y algunos miércoles, la del culto ensayista que generosamente comparte sus apuntes sobre lo oído, lo visto y lo leído, buscando contagiar la misma emoción que en él ha despertado todo ello.

"Andar y ver", como las notas de viaje del filósofo español José Ortega y Gasset, lleva por título ese resquicio a mitad de semana que deliberadamente se reserva para el disfrute.

"Quizá porque, personalmente, es una especie de contrapeso con ese dominio de cosas que son muy constantemente repudiables, que están en el espacio de la política", confía en entrevista el periodista y escritor.

"Si en el espacio de la política lo que hay es, en general, indignación con lo que hace la clase política, con lo que hacen legisladores, gobernantes, líderes políticos, justamente el balance vital creo que está en el disfrute de la creatividad humana", remarca el también profesor del Tecnológico de Monterrey.

Así, frente a la militarización del País, la erosión de las instituciones y el servilismo ante proyectos ideológicos que nutren su columna a inicio de semana, Silva-Herzog Márquez equilibra el ánimo con sus impresiones sobre poesía, artes visuales, arquitectura, música, filosofía, botánica, cine y televisión.

Del quehacer de artistas como Rothko y Richard Serra a los poemas collage de Anne Carson y los versos precisos de Ida Vitale, junto con la antropología culinaria de Anthony Bourdain, la violenta fragilidad de Tony Soprano y el "relato trágico hilado en cante iconoclasta" que es El mal querer, de Rosalía, del cual el articulista no podía despegar el oído en su momento.

Andar y ver. Tercer cuaderno (Taurus) reúne ahora poco más de un centenar de estas columnas, que abarcan un periodo de 2011 a 2023, presentándolas "tan despeinadas como despertaban en las madrugadas de dos miércoles al mes", escribe su autor en el Prólogo.

El primero de estos compilados se publicó en 2005, pero Silva-Herzog Márquez suma ya más de dos décadas compartiendo sus "notas de andar y ver".

"Qué bárbaro, sorprende que ya se hayan juntado tantos años. (...) Para mí es un compromiso de compartir hallazgos, descubrimientos, que en general es un modo de transmitir entusiasmo; lo que a uno le genera el descubrimiento de algún libro, de...

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