Ejemplo de creatividad
| Autor | Dalila Carreño |
BARCELONA.- Cuando a una persona se le ocurre una idea y tiene ganas de expresar su creatividad, vale la pena hacerle caso porque posiblemente pueda convertirse en un inventor.
Por lo menos eso fue lo que le pasó a Pep Torres, quien ahora, además de darle forma física a sus ideas, imparte en España la conferencia para niños "Hola!, soy inventor", con la que busca motivarlos a crear.
"Los niños son como un esponja y la diferencia con los adultos es que estos tienen más prejuicios, digamos que tienen la capacidad para llevar a cabo las ideas, pero mentalmente le cuesta mucho creer en sí mismos y lanzarse al vaco", explica en entrevista exclusiva.
"Con los niños la experiencia ha sido fantástica, les explico por qué soy inventor, qué me ha inspirado, qué he inventado, que vean el ejemplo de alguien que no hace cosas inalcanzables, que lo que yo hago lo puede hacer todo el mundo pero hay que estudiar, trabajar, dedicarle tiempo y que si fracasas no pasa nada porque lo puedes volver a intentar".
A las revistas
Él está convencido de que no hay imposibles, que lo importante es tener confianza al desarrollar una idea y así fue como se le ocurrió crear una lavadora para hombres, un azulejo inteligente capaz de detectar cuando se está frente al refrigerador -en horas en las que se supone que ya se ha comido- y hasta unas sábanas afrodisiacas.
"Con la lavadora salí en la portada del Wall Street Journal y con otros inventos, como una máquina expendedora de dulces, que no funciona con monedas sino con el pedaleo de una bici (para quemar en minutos el equivalente al número de calorías de la golosina), la revista Time me incluyó en la lista de los 50 mejores inventos del año pasado.
"Creo que no hay nada en el mundo que no puedas hacer, lo que hace falta es intentarlo, olvidarse de lo que te digan y no rendirte. Lo mejor es hacer las cosas siguiendo lo que dice tu corazón", asegura Pep.
Y eso fue lo que hizo el catalán de 45 años, quien después de abandonar la carrera de Psicóloga en la Universidad de Barcelona y de probar suerte como vendedor de enciclopedias, camarero, empleado de mantenimiento y hasta fotógrafo de una revista erótica, prefirió hacerle caso a su intuición y dedicarse a crear lo que se le ocurra.
Hoy es director del estudio de creatividad e invención Stereonoise, con el que no sólo se las ingenia para crear artefactos, sino que también vende ideas.
Ideas originales
Cuando una ferretera de Barcelona le pidió que ideara una campaña para el...
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