La Alcazaba/ La eficiencia madura

AutorLuisa Fernanda Cuéllar

En el mundo organizacional, las personas que tienen a su cargo el manejo del personal, saben que no existen las personas ineficientes, sino mal ubicadas, y dentro de este contexto existe un asunto preocupante: los jubilados.

Por regla general, pareciera que las políticas del departamento de recursos humanos están orientadas, las más de las veces, a deshacerse de las personas de edad, pensando tal vez que la ineficiencia es un asunto de años.

Las personas que están llegando a una edad y a una antigüedad próximas a obtener la jubilación, suelen temer el despido, pensando que de esa manera se irán por la borda todos los años trabajados y tendrán que separarse de la empresa sin llevarse al menos el beneficio de un ingreso que les permita seguir viviendo con dignidad.

Algunas empresas se inclinan a evitar la jubilación porque la ven como un gasto inútil, como algo que no debiera darse.

Pero no es así, ya que cuando un empleado ha prestado sus servicios por un tiempo estipulado como suficiente para poder disfrutar de una actividad menos estresante, es un deber social proporcionarle tal condición.

Sin embargo, una jubilación significa también la pérdida de una experiencia, de un aprendizaje forjado a través del tiempo y de un criterio asentado y certero.

¿Por qué no aprovechar ese conocimiento y esa energía aún vigorosa?¿Por qué no retener a ese ex directivo como un asesor?

¿Por qué no convertirlo en ese invitado a las juntas y asambleas para que entre café y café exprese las ideas, soluciones o sugerencias que den luz a los problemas expuestos?¿Por qué no continuar con el mercado capturado por nuestro ex vendedor estrella?

¿Por qué dejarlo ir con su estrategia de ventas, con sus clientes satisfechos y con el conocimiento que le permite a la empresa competir?¿Por qué no tomar en cuenta la opinión del antiguo encargado de crédito y conocer sus juicios sobre a quién otorgarle crédito y a quién no?

Existen algunas empresas que otorgan la jubilación con un bono especial a cambio del compromiso de que sus jubilados no se contraten con la competencia.

Resulta contradictorio, ya que por un lado se les está reconociendo su valor al solicitarles no pasar sus conocimientos a los competidores, pero al mismo tiempo no se les brinda la oportunidad de continuar aportándolo a los suyos.

Es decir, se les paga para que se vayan cuando se sabe que su "know how" es tan útil que otras empresas lo apetecen.

En ciertos niveles, el jubilado no busca un ingreso, porque...

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