Eduardo R. Huchim / Pretérito
| Autor | Eduardo R. Huchim |
Poco después de haber sido electo dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, en febrero de 1972, Jesús Reyes Heroles convocó a los integrantes de su Comité Ejecutivo Nacional y les dijo:
-El carro completo ya se acabó. En cada elección sucesiva será más difícil obtener las amplias mayorías absolutas a las que estamos habituados. Preparémonos para una convivencia política crecientemente dificultosa y competida y asumamos, con todas sus consecuencias, que nosotros mismos hemos creado las condiciones -y seguiremos creándolas- para que florezca y se desarrolle el pluralismo nacional.
Testigo y receptor de aquella reflexión, Rodolfo Echeverría Ruiz, entonces joven miembro de la dirigencia nacional priista, la recordó en el número 2 de la revista Confluencia XXI (julio-septiembre de 2008), órgano teórico trimestral del PRI, dirigido por Joel Hernández Santiago. Cinco años después, ya como secretario de Gobernación y fiel a su convicción de que "el poder se comparte o se parte", Reyes Heroles diseñó la madre de todas las reformas políticas, la que creó los diputados de representación proporcional.
En efecto, como advirtió Reyes Heroles, el partido hegemónico fue cediendo posiciones en cada elección, hasta que finalmente, 28 años después, perdió la Presidencia de la República. Antes, en 1997, el PRI había perdido la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión, misma que sólo ahora, 12 años después, vuelve a tener cerca (al menos en la Cámara de Diputados), debido fundamentalmente a la fuerte caída que el PAN ha tenido este año en las intenciones de voto: 10 puntos porcentuales en el primer trimestre (Reforma, 24/02/09). Esta caída panista explica la belicosidad de su dirigente, Germán Martínez Cázares, frente a los priistas.
La ansiada mayoría absoluta en la Cámara, que será renovada en julio próximo, difícilmente se concretará para el PRI, si bien poseer el mayor grupo parlamentario es una probabilidad cierta, pese a que todavía no tienen suficiente difusión las candidaturas de todos los partidos. Cuando la tengan, influirán en cierto grado en las intenciones de voto, pero no lo harán de manera determinante, porque en elecciones legislativas intermedias la decisión ciudadana suele orientarse más por los partidos que por los candidatos. En cambio, cuando se renueva el Poder Ejecutivo, los aspirantes presidenciales suelen ser anclas firmes para las ganancias legislativas. Así lo evidencian las actuales bancadas del PRD, las mayores...
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