Eduardo R. Huchim / 'El Bronco' y el Artículo 134

AutorEduardo R. Huchim

Jaime Rodríguez "El Bronco" llegó al Gobierno de Nuevo León mediante una hazaña cívica que mostró la posibilidad cierta de alcanzar el poder aun sin tener el apoyo de algún partido político.

Demostró que es posible superar los grandes obstáculos, no sólo para obtener el registro como candidato no partidario, sino incluso para ganar un puesto de elección popular por la vía independiente.

El ejercicio del poder conlleva un natural desgaste, que es difícil aunque no imposible superar. En el caso de "El Bronco", ese desgaste se ha manifestado de diferentes maneras, incluso con renuncias de importantes figuras de su equipo original, y ha mostrado también que los vicios y corruptelas de Gobierno no son patrimonio exclusivo de los postulados por partidos.

A la manera de Donald Trump, "El Bronco" ha mostrado hostilidad hacia periodistas y medios de comunicación que han expuesto sus excesos, lo cual evidencia intolerancia y espíritu revanchista ante críticas fundadas, características indeseables en quien aspira a gobernar al País.

Por esa vía, es probable que las vallas propagandísticas instaladas en al menos dos ciudades hayan tenido un efecto contrario al buscado: evidenciar las debilidades del gobernador y no sus virtudes.

Es claro que "El Bronco" ha violado, impunemente hasta ahora, el Artículo 134 de la Constitución, que prohíbe la propaganda personalizada como la aparecida en las vallas instaladas en las ciudades de México y Monterrey.

El Gobernador nuevoleonés ha sostenido que él no pagó por esa propaganda violatoria de la Constitución, pero no ha aclarado quién sí pagó los 7.4 millones de pesos que costó esa propaganda, de acuerdo con una investigación de la reportera Verónica Ayala (EL NORTE, 26 de junio).

Días después de que EL NORTE reveló detalles y costo de esa propaganda, la imagen de "El Bronco" desapareció de las calles. El asunto pone de relieve la impunidad con que en México se cometen violaciones constitucionales, en este caso al Artículo 134, cuya reglamentación está pendiente, en particular en lo relacionado con la propaganda personalizada.

La inexistencia de la ley reglamentaria exhibe omisiones del Congreso de la Unión, que dos veces, en 2007 y en 2014, se fijó plazos para emitirla y las dos veces falló.

Este incumplimiento se suma a otros que ha cometido el Poder Legislativo, sin que haya una vía institucional efectiva para reprochárselo y determinar sanciones.

Hace unos días, la Suprema Corte perdió la oportunidad de poner...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR