Eduardo Caccia / Tus palabras del año

AutorEduardo Caccia

Observa el siguiente conjunto: selfie, refugiado, populismo, aporofobia (miedo, rechazo o aversión a los pobres), microplástico, emojis, confinamiento. No es un entramado arbitrario, se trata de las "palabras del año" desde el 2014 al 2020, una selección que hace la FundéuRAE, organización española de relativamente reciente creación (2005), cuyo objetivo es velar por el buen uso del idioma español, en los medios de comunicación. El nombre alude a la tutela de la Real Academia Española y al acrónimo de un extraño denominativo: Fundación del Español Urgente.

¿A qué obedecerá el adjetivo que, más allá de evocar certidumbre, autoridad o guía, remite a la sala de emergencias de un hospital? En su sitio de internet hay una pista, tienen un "buscador urgente de dudas", ¿como un 911? ¿Habremos de abstenernos si nuestra duda no es urgente? ¿Quién define la urgencia? ¿Acaso este organismo da por sentado que nuestra vida es fatalmente presurosa y nuestras preguntas también?

Según veo, el criterio para elegir el vocablo ganador es una especie de cónclave entre lingüistas, periodistas, lexicógrafos, ortotipógrafos, correctores y traductores, quienes hacen una selección de 12 palabras finalistas. Se trata de términos que hayan tenido protagonismo en la conversación social, política, científica y económica en países hispanoparlantes, además de un interés lingüístico y no necesariamente un neologismo. Como todo lo que sucede con el lenguaje, es soberbio pretender un control radical, la lengua es algo vivo, orgánico, evoluciona constantemente a partir de la interacción cotidiana entre seres humanos y de la propia movilidad del conocimiento. Se inventa algo, surge el término. Hay casos, como el de la palabra plástico, cuya etimología es anterior a la invención del material; los antiguos griegos usaban la voz plastikós, relativo a modelar o amasar. Hoy además lo usamos en su acepción de material sintético.

Definir entonces una palabra del año es una mirada parcial, interesante sí, pero limitada. Finalmente el lenguaje es la convención de significados entre determinado grupo social. "Hablar con propiedad" es inútil si no te entienden. El mundo globalizado facilita la apropiación de términos, "selfie" es hija adoptiva de todos, pero "escrache" (palabra del año en 2013) en México no tiene uso, es la voz "que alude a las manifestaciones convocadas...

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