Eduardo Caccia / Historia del futuro

AutorEduardo Caccia

El domingo pasado, en este espacio, argumenté de nuestra incapacidad para ver los eventos por suceder, especialmente los accidentes. Recogí, con gratitud, comentarios positivos de lectores que comparten el interés por mejorar el país. Una animosa lectora, que ve con preocupación las fallas en los protocolos de seguridad de los laboratorios médicos, me propone iniciar una cruzada para sensibilizarnos en el tema. Ya somos dos, bienvenidos los demás.

Prevenir implica prever (ver antes de). Y para ver antes de que sucedan las cosas, hay que ser observador de señales y patrones que, aunque actos aparentemente intrascendentes o aislados, forman una tendencia. Predecir la respuesta de un joven o de un adulto ante un ordenamiento de ley tiene sus orígenes en la forma de cómo se relacionó de niño con la ley.

Cuento una anécdota embarazosa. Cierta mañana, en San Diego, California, llevaba a mis hijos a la escuela. Frente a ésta, un operativo vial conducido por niños de primaria, investidos no sólo por chalecos brillantes, guantes, silbatos y señales de "Stop", también por la fuerza de la ley. Una chiquilla de unos 9 años me marcó el alto. Me detuve para que los niños cruzaran la calle. Como estaba a 3 metros del cruce, solté ligeramente el freno y mi auto avanzó acaso media vuelta de rueda. No lo hubiera hecho. La "niña-oficial" sonó su silbato como árbitro de futbol que marca una falta y además busca la tarjeta roja en el bolsillo. Anotó mis placas. Todas las miradas de los presentes me señalaban como infractor de un "alto total". Luego me llegó un correo de la directora y ofrecí la disculpa debida.

El hecho me pareció extraordinario por el potencial que tiene como enseñanza cívica. Los niños que se convierten en ley y ven que la señal de "Alto" no es negociable tenderán a comportarse con respeto cuando manejen. Hagamos ahora la predicción en México. Los niños que son llevados a la escuela observan todas las traperías posibles de sus padres. Vueltas en segunda fila, pasarse el alto, dar mordida. No es difícil ver que creamos ciudadanos que desprecian la ley.

Predecir el futuro tiene mucho de histórico. Los buenos observadores políticos y economistas basan sus predicciones en sucesos del pasado, alertan a los gobernantes novatos sobre los peligros de recorrer ciertas rutas, ellos "ya vieron".

Una joven israelí es capaz de predecir el futuro; la doctora Kira Radinsky creó...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR