Eduardo Caccia / ¿Cuál es la misión?

AutorEduardo Caccia

Cuando las marcas y las empresas que las abanderan subordinan su accionar a un propósito superior por el cual sus clientes deciden comprarlas, buena parte de su ecosistema se ordena en función de una gran misión relevante. Cuando se pierde de vista este motivo de ser, las marcas abren un frente vulnerable a la competencia. Lo mismo sucede con la política. Los candidatos, los partidos, los gobernantes que pierden de vista la misión, caen en descrédito.

Definir la misión empresarial, de un gobierno o de una campaña política no es tan sencillo como parece. Siempre hay espacio para innovar desde la propia definición de la misión. Con frecuencia la tarea principal a cumplir dista mucho de ser la que el ciudadano (cliente en el mundo empresarial) valora.

Supongamos que en una ferretería pides un taladro, una broca y unos taquetes. El empleado, sensible a tu propósito, te sorprende: "¿no quiere mejor esta bolsa con agujeros?". O pensemos en una compañía de máquinas para podar pasto. Deciden innovar respondiendo a la pregunta ¿cuál es la misión? Si durante años han respondido "fabricar las mejores máquinas para podar pasto", han creado un dique mental que difícilmente les llevará a lograr una innovación contundente. Supongamos que alguien ajusta la misión: "lograr jardines bellos al menor esfuerzo". Luego uno de sus ingenieros desarrolla una semilla de césped que una vez que tiene determinada altura, ya no crece, no hay necesidad de podarlo. ¿Cuántos clientes decidirían por esta solución en vez de la tradicional máquina podadora? Una vez le dije a un amigo, tu misión no es llevar a tus hijos de vacaciones, es construirles buenos recuerdos para el futuro. El propósito inspira las acciones.

Entregar una solución relevante debería estar en la mira de empresas y gobiernos, especialmente de estos últimos que se pierden en un mar burocrático donde es más importante hacer las cosas correctamente que hacer la cosa correcta. El descrédito que vive la clase política se debe a que están muy ocupados haciendo cosas que no inciden en la misión de gobernar: proteger la integridad física y patrimonial de los ciudadanos, y de ahí las subsecuentes: promover el desarrollo económico y social, construir un Estado de Derecho, dar confianza y certidumbre de futuro a los diferentes agentes, etcétera.

Como en una empresa, cuando el director no atina a definir y dirigir el...

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