Eduardo Caccia / Campos mórficos

AutorEduardo Caccia

Violencia e inseguridad son quizá el reto más grande que enfrenta el país. Si los males se curaran con diagnósticos, seríamos una potencia mundial en soluciones. Ya sabemos de la corrupción e impunidad, también de nuestra necesidad de un Estado de derecho para que México cambie. Pero ¿dónde empieza el cambio?

Necesitamos un cambio cultural. No aquel que borre nuestro pasado y tradiciones, sino aquel que reprograme nuestros hábitos sociales. La pregunta es ¿cómo se reprograman las prácticas cotidianas de una sociedad? Otras veces he expresado mi optimismo (que aquí refrendo) al decir que todo sistema social es modificable, que necesitamos actitudes de contagio positivo o "metáforas de cambio posible" donde un mexicano ve un cambio positivo a partir del ejemplo. El punto crucial es que lo positivo y lo negativo son contagiables. La sociedad es como un cuerpo y mente colectivos y puede infectarse. Veo al País contaminado por un virus delincuencial severo.

Hay sociedades donde se siente una vibra o (para aquellos que quieren conceptos concretos) una actitud generalizada hacia cierto tema. Es fácil identificarlo, los habitantes hablan de ello en el café, las noticias lo replican. Ese tema dominante influye en el comportamiento de todos.

Jorge Fernández Menéndez ("Sepelio de 'El Ojos' y base social del crimen", Excélsior, 26 de julio de 2017) da en el clavo: "...hay cientos de miles, o quizás millones, de personas involucradas de una u otra manera en el crimen organizado...". Coincide con Sara Sefchovich en su libro ¡Atrévete!, donde menciona que para revertir la delincuencia no se trata de regenerar el tejido social, pues éste es más sólido y compacto de lo que creemos, que la familia es un apoyo para lo positivo pero también para lo negativo, que las mujeres deben atreverse a romper con este apoyo hacia el mal. En el mismo sentido, Grupo REFORMA expuso hace unos días que "El Ojos" tenía una red político-policial y mencionó cómo el sistema de mototaxis en realidad funciona como una red de halcones. Este funcionamiento es similar a las células del cuerpo. ¿Pensar en soluciones biológicas es descabellado?

El biólogo Rupert Sheldrake acuñó el término "campos mórficos" para explicar que todos los individuos de un grupo social estamos conectados a nivel energético, lo que produce comportamientos similares, aún cuando no haya contacto físico. El que una parvada forme...

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