Editorial
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La Barra 106 Septiembre-Noviembre 2018
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Como hacemos cada año, nuestra portada rinde tributo a nuestros
compañeros Mariana Mier Romero y Edgar de León Casillas, quienes
se hicieron merecedores del Premio Pro Bono correspondiente al 2018,
como un reconocimiento, a la primera, por su importante trabajo para sustentar
legalmente el manejo adecuado y transparente de los fondos obtenidos para las
obras de reconstrucción después del sismo del pasado 19 de septiembre del 2017,
y al segundo, por su constante y generoso trabajo de apoyo legal a importantes
asociaciones e instituciones de asistencia social en todo el país.
De la misma forma, en este número se recoge, con la reverencia y el respeto
altamente merecidos, el homenaje a nuestros compañeros barristas que
han cumplido 50 años de ejercicio profesional, cuyo ejemplo y experiencia
constituyen el basamento en el que podemos apoyarnos todos los barristas para
el desarrollo de nuestro ejercicio profesional.
Destaca también en nuestras páginas la apertura del Capítulo Tamaulipas de
la BMA, por virtud de la cual el Colegio ya cuenta con 14 Capítulos estatales
funcionando, con la intención de que estos trabajos de aliación continúen hasta
que se consiga tener una representación en todos los estados de la República,
para que todos los colegas que trabajamos cotidianamente a partir de valores
éticos, de la capacitación continua y del trabajo para el bien público en todos
los rincones del país, aunque al día de hoy podamos o no contar con algún tipo
de aliación, podamos seguir agrupándonos en torno a una asociación a la que
contribuimos y de la que nos nutrimos todos en forma cotidiana.
Una abogacía unida en torno a los valores que nuestro Colegio impulsa siempre
será importante para un desarrollo armónico de las estructuras jurídicas del
país, y nuestro trabajo tendrá una mayor relevancia con la fuerza que proviene
de esta unión, para que las reformas y los cambios tan importantes en los
paradigmas jurídicos que ya se están presentando, respeten las reglas básicas
para la existencia de ese estado de derecho que tanto anhelamos y que sigue
sin materializarse por completo.
Aunque nalizamos un año, en realidad iniciamos un nuevo ciclo para la vida
jurídica del país, que estará lleno de nuevas visiones políticas, económicas y
sociales, que necesariamente tendrán que encauzarse dentro del marco legal que
nos rige y que nos sitúa como un miembro importante dentro de todo el concierto
mundial de naciones, por lo que un Colegio cada vez más fuerte, con mayor
presencia nacional y con mayor número de aliados, permitirá que seamos un
instrumento importante para que nuestra nación navegue estos cambios por las
aguas más tranquilas posibles, para que efectivamente se produzca un desarrollo
y no un retroceso en la vida nacional.
Corresponde entonces a la Barra Mexicana Colegio de Abogados, seguir
aportando sus esfuerzos permanentes para que, parafraseando a Unamuno, si
México tiene tantos años sin tener paz, que por lo menos empiece poco a poco
a tener algo de gloria.
EDITORIAL
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