Ecos de viaje / Vendedoras de colores

AutorAdalberto Ríos

Visitar los mercados es una manera de complementar el conocimiento de los pueblos y ciudades a los que se viaja. Además de conocer nuevos productos y tradiciones, el visitante tiene la oportunidad de adentrarse en la sinfonía colorida de cada destino.

Escenas del mundo maya

Sin duda, Campeche es una de las más hermosas ciudades mexicanas por sus edificaciones patrimoniales -como su sistema de fortificaciones-, y por el programa que ha remozado señoriales casonas, palacios y templos.

La comida campechana es realmente una delicia y al visitar el mercado de la ciudad, el viajero tiene la oportunidad para ver los antojables productos de esta tierra tropical de tradición agrícola y pesquera.

En el mercado, los blancos huipiles de las mestizas contrastan con las tonalidades de los mangos, las flores y ese delicioso fruto del trópico llamado marañón.

Rincones de tejedoras

Chiapas y su vecina Guatemala se distinguen por la variedad de trajes insignia de cada región y poblado.

Tejer es un oficio ancestral para las mujeres que siguen utilizando la técnica del telar de cintura, la cual aparece representada lo mismo en los antiguos códices que, por ejemplo, en las hermosas figuras mayas de Jaina, isla ubicada en la costa norte de Campeche.

Recorriendo la región lacustre de Atitlán, en Guatemala, me encontré con una sabia tejedora que ofrecía sus bellos textiles. Su plasticidad y colorido me llevaron a solicitar su permiso y registrar con mi cámara tan singular motivo.

Como pintura haitiana

Jacmel es una ciudad en el sudeste de Haití. Recuerdo un viaje en el que me invitaron para conocer su mercado. En ese sitio las mujeres dan testimonio de su origen africano, que se observa en la...

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