Ecos de Viaje / Para marchar sobre ruedas

AutorAdalberto Ríos

Uno de los recuerdos que perdura al visitar El Cairo o la Ciudad de México es el tráfico vehicular. ¿Se podrá vivir de otra manera? Las respuestas pueden provenir de algunas experiencias de viaje

¿Será posible?

Un domingo fui a la Ciudad de México y, desde las rejas de Chapultepec, vi un espectáculo alucinante: cientos de motocicletas en el Paseo de la Reforma.

A pesar de que en ocasiones los atuendos de motociclista suelen resultar intimidatorios, el contingente se veía como un grupo de gente sana y sonriente.

Al ver la cámara saludaban y disfrutaban su evento, como quizás podría disfrutarse de la ciudad sin tantos automóviles.

Seguramente fue un evento que los unió, con evidente sentido de pertenencia, y tal vez podría ser fuente de inspiración y soluciones.

La declaración de Ámsterdam

Al recorrer el centro de Ámsterdam encontré una promoción para conocer la ciudad en bicicleta.

Lo anterior no es un caso aislado. Han hecho rutas, como la Meet Rembrandt by Bike, y suscribieron importante declaratoria: www.todociclismo.com/otros/svial2.asp.

En el 2000 se celebró en la capital de Holanda la Conferencia Mundial sobre la Bicicleta, donde se redactó un documento a favor de ella, benéfica para el hombre, la sociedad y el medio ambiente.

Aseveran que su mantenimiento es barato; el tiempo de desplazamiento es previsible, pues no le afectan los congestionamientos, y ayuda a la salud mental y física.

Dice la declaración que andar en bicicleta es una actividad emancipadora, pues ofrece intimidad, libertad e independencia, además de ser limpia y silenciosa.

La bici, dijeron...

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