Ecos de Viaje / Dulces recuerdos

AutorAdalberto Ríos

La gloria eres tú

Cada estado y región de México, además de su flor y su bebida características, nos puede mostrar su especialidad dulcera.

Guanajuato tiene a Celaya unido inseparablemente a su deliciosa cajeta. No se puede hablar de Puebla sin asociarla a sus camotes. Y ¡qué decir de Zamora y sus chongos!

El norte del País, desde luego, tiene lo suyo: un dulce que se vincula ni más ni menos que con la propia gloria. El aeropuerto de Monterrey y las terminales de autobuses son la última oportunidad que tienen los viajeros para llevar tan dulce recuerdo de Nuevo León.

Linares es la capital de las glorias. Hay más de 15 pequeñas empresas dedicadas a tan dulce propósito. Su fama perdura en la medida en que su factura es hecha con métodos artesanales que otorgan ese sabor de hogar.

Leches de vaca y cabra, nueces, canela, vainilla y canela son ingredientes que hacen perdurar una de los dulces más afamados de México, y complemento económico de familias que conservan tan rica tradición.

Conquistó a los conquistadores

Las crónicas de la conquista, lo mismo las de Bernal Díaz del Castillo que las de Hernán Cortés, hicieron referencia a una bebida desconocida que les obsequiaban y que llamó su atención por su sabor delicioso: el chocolate.

Fue el chocolate una de las primeras palabras nahuas que se universalizaron, y pronto se convirtió en bebida favorita de las cortes, monasterios, y de los afortunados que tenían acceso a ella.

El chocolate, tomado con agua en México, recibió como compañera a la leche y a otros productos, como la canela y el azúcar, dando lugar a innumerables variantes para todos los gustos.

El chocolate se convirtió en golosina de diversas formas, sabores y tamaños gracias a la creatividad de los pueblos.

En regiones de Oaxaca, Tabasco y Chiapas aún es posible encontrar cacaotales y conocer el fruto origen de tan deliciosos manjares.

Lamentablemente, como ha sucedido con otros productos agrícolas, nuestra producción, en lugar de crecer, más bien, va a la baja.

Así como se tienen reservas para la flora, esperemos que algún día existan santuarios para productos que no hemos podido sostener competitivamente, a fin de que las nuevas generaciones puedan, al menos, conocerlos en zonas protegidas.

Museo interactivo para golosos

Morelia, al igual que Puebla, fue sede de múltiples conventos, en los cuales se recibieron varias recetas venidas de España, que se mestizaron con los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR