Ecos de Viaje/ En beneficio del ecoturismo

AutorAdalberto Ríos

Desde hace años, las universidades públicas han sido sistemáticamente atacadas; así, en lugar de apoyar la educación, es lo primero que afectan. A pesar de las campañas publicitarias sobre la superioridad de la educación privada, no hay gran obra en México donde no esté presente la Universidad Nacional. La investigación científica predomina en universidades públicas, y la Universidad de Morelos marca un ejemplo en este sentido. Este año, dedicado al ecoturismo, veamos algunos trabajos de la UAEM que benefician tal renglón.

La ciencia en el paraíso

Desde que Las Estacas se abrieron al turismo a principios de los 40, don Julio Calderón Fuentes, visionariamente, marcó su destino ecológico. Después de décadas de lucha por preservar el carácter natural del sitio, en 1997 el Centro de Investigaciones Biológicas de la UAEM elaboró un plan maestro para el desarrollo ecoturístico y la conservación de los recursos naturales, plan manejado por un equipo de empresarios, trabajadores y académicos.

El modelo ha dado magníficos resultados, desde el registro de peces y de aves que encuentran refugio en ese santuario hasta el estudio de la flora terrestre y acuática, todo con la participación de habitantes de la zona y con un enfoque que invita a otros parques acuáticos del país a establecer normas de preservación natural y cultural de cada región.

Biólogos especialistas en etnobotánica, ornitología, ictiología, mastozoología y en planeación participativa han generado propuestas en restauración de suelos, vegetación terrestre, acuática y huertos tradicionales, creando módulos demostrativos y escenarios didácticos y de esparcimiento.

Amates centenarios han sido atendidos y los niños participan en los talleres ecológicos "Explora". También hay programas con las comunidades campesinas, viveros y muchas otras actividades que universitarios, como el doctor Rafael Monroy, realizan calladamente, ajenos a los protagonismos y frivolidades que prevalecen en otros medios.

De la incomprensión a la acción renovada

El CIAMISH ha trabajado en la Sierra de Huautla, al sur de Morelos, empeñado en investigar y generar conocimientos sobre el bioma más difundido (y a veces más desatendido) de nuestro país: la selva baja caducifolia.

Durante años trabajaron en la creación de una estación biológica que se convirtió también en un centro ecoturístico, donde los visitantes se relacionaban con el apasionante trabajo de los científicos.

Como sucede con frecuencia, se gestó de manera...

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