Economía sobre Ruedas

AutorRoberto Avilés

'Chatarrizan' 3 mil camiones

DESDE EL 2004 EN QUE SE APLICÓ FORMALMENTE EL PROGRAMA DE CHATARRIZACIÓN DE CAMIONES DEL SERVICIO PÚBLICO FEDERAL, se han renovado 3 mil unidades.

Y es que conforme pasó el tiempo, los mecanismos para aplicar el subsidio a los beneficiarios mejoró. En el primer año, se "chatarrizaron" a lo mucho 20 unidades por mes, en tanto durante el segundo año se han llegado a renovar 200 vehículos mensualmente.

Las nuevas disposiciones respecto al programa de "chatarrización", establecidas en mayo del 2006, definieron claramente las cantidades del estímulo para que los transportistas renueven sus unidades.

El monto del estímulo no podrá ser mayor al 15 por ciento del vehículo nuevo requerido o a las cantidades establecidas por las autoridades, 140 mil pesos en tractocamiones quinta rueda, 120 mil pesos por autobuses integrales, 90 mil para camiones de tres ejes, 70 mil autobuses convencionales de 30 asientos y 60 mil en camiones de dos ejes.

El programa aplica para la compra de vehículos nuevos o seminuevos con máximo 5 años de antigüedad que vayan a prestar el Servicio Público Federal de autotransporte de carga o pasaje.

Es importante que la unidad a renovar haya cumplido cuando menos con un año de operación en el servicio público federal.

El proceso para ser beneficiario del programa es sencillo. Acuda al distribuidor de camiones nuevos de su interés con su unidad vieja, engomado, tarjeta de circulación y las placas del Servicio Público Federal.

El vendedor del vehículo nuevo o seminuevo hace las consultas requeridas por la autoridad, Secretaría de Comunicaciones y Transporte, para confirmar que el transportista y su unidad vieja, de seis o más años de antigüedad, son sujetos del estímulo.

El resultado de la evaluación se informa al transportista, quien deberá autorizar que se inicie el proceso de cambio.

Es importante aclarar que una vez iniciado el proceso de cambio del vehículo, será muy complicado y tardado revertirlo. Posteriormente deberán acudir, tanto el representante de la distribuidora como el transportista, a las "chatarrizadoras" o recicladoras autorizadas a destruir la unidad vieja. Por el momento sólo operan dos, una en la ciudad de México y otra en Monterrey.

El costo de trasladar la unidad del domicilio del transportista a la "chatarrizadora", debe ser cubierto por el propio transportista. Sin embargo, el valor de recuperación de la chatarra será para él.

Una vez destruido el vehículo, tanto el...

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