Dulces sueños, mi niño

AutorÉrika Dávila

Un recién nacido tiene un ritmo de sueño sin complicaciones, pues después de que se alimenta cae rendido en los brazos de Morfeo, pero al cabo de unos meses la dinámica cambia y conforme se incrementan sus actividades diurnas, sobre todo en edad preescolar, los papás suelen batallar cuando cae la noche y ven que no se quiere dormir.

Los problemas del sueño son muy comunes en los primeros años de vida del pequeño, que van desde resistirse para ir a dormir, despertarse a mitad de la noche, tener pesadillas o caminar dormido, explica el pediatra Manuel de la O Cavazos.

"La cantidad de sueño necesaria, así como la cantidad de tiempo para quedarse dormido, varían de un niño a otro. La facilidad de despertarse y la rapidez para tranquilizarse también son diferentes entre los pequeños", indica.

Muchos padres piensan que con darle de comer a su hijo se dormirá de inmediato, pero no siempre sucede así; lo recomendable es tratar de establecer una rutina para que entienda que se acerca la hora de ir a la cama.

"Este problema del sueño es tan común, que los papás no saben cómo tratarlo. A veces me ha tocado tener pacientes que les dan medicamento a los niños y no es conveniente.

"Se batalla para que el pequeño duerma, pero siempre es por cuestión de los padres, porque no cooperan, se les hace feo dejarlos llorar o casi siempre los acuestan con ellos y éste es el primer error".

Indica que el problema se incrementa cuando los papás no duermen y se despiertan los hermanitos.

"El secreto para que el niño duerma es retrasar la respuesta", menciona. "Cuando el niño llore hay que dejarlo que llore, no le pasa nada, claro, hay que estar al pendiente de que no vaya a tener algún problema".

Es por ello que el especialista comparte una rutina de cinco pasos para que el pequeño pueda dormir tranquilo y mejor durante la noche.

Para un dulce sueño

  1. Asegúrate que haya un periodo de tranquilidad antes de que tu hijo se vaya a dormir. Si los padres trabajan hasta tarde tendrán tentación de jugar con su niño, sin embargo, hacerlo activamente poco antes de ir a la cama podría dejar al pequeño muy estimulado e incapaz de descansar.

  2. Establece una rutina agradable previa a la hora de dormir, que se compone de cena, lectura de algún cuento, un buen baño, cepillar los dientes y ponerse la pijama. Una rutina con regularidad ayudará a que comprenda que se ha acercado la hora de descansar.

  3. Todos los días lleva al niño a la cama a la misma hora, para que su reloj biológico...

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