Cuando duermen unos, otros sufren pesadillas

AutorJuan Antonio Lara

Roncar es un mal que pocos reconocen padecer, pero que sin duda no deja dormir a muchos.

De acuerdo con datos de la Academia de Otorrinolaringología de los Estados Unidos, el 45 por ciento de los adultos mayores de 40 años ronca ocasionalmente y una de cuatro personas son roncadores habituales.

En México no existen estadísticas confiables sobre cuántas personas padecen este síndrome, pero especialistas nacionales estiman en que la problemática es similar a la de Estados Unidos.

Para la esposa de un roncador, que ha probado sin éxito diferentes remedios desde almohadas especiales hasta un aparato auditivo que produce un sonido similar a las olas, dormir junto a alguien que tiene este síndrome es un verdadero martirio.

"Cuando tu sueño es interrumpido por el ronquido, termina uno por irse a otra habitación, aunque a la mañana siguiente no queda otra cosa más que reconocer que éste es un problema involuntario", expresa.

Aunque este problema afecta en gran medida a los hombres, el 35 por ciento de las mujeres mayores de 40 años ronca ocasionalmente.

Y los niños, aunque por causas diferentes, también sufren esta afección debido fundamentalmente al crecimiento anormal de las anginas o por desviación del tabique nasal.

En los adultos, el ronquido se produce cuando hay una obstrucción al libre flujo del aire en la parte trasera de la boca o la nariz, señalan médicos otorrinolaringólogos.

José Luis Treviño González, ex presidente del Colegio de Especialistas en Cirugía de Oído, Nariz y Garganta de Monterrey, afirma que cuando la causa fundamental del ronquido se debe al debilitamiento de los tejidos blandos del paladar, el problema se puede remediar con procedimientos sencillos y eficaces en el mismo consultorio.

"Uno de los procedimientos más aceptados en la actualidad es aplicar radiofrecuencia insertando un electrodo por algunos segundos en puntos específicos del paladar blando y esto se hace con anestesia local", explica Treviño González.

Otro tratamiento es la administración de medicamentos como el sotradecol, sal que endurece los tejidos del paladar blando, agrega.

Juan Manuel Gómez Aguirre, otorrinolaringólogo y director médico del Centro Quirúrgico Obispado, explica que tener anginas o cornetes muy grandes o el tabique desviado también puede generar que una persona ronque.

Estos malestares, agrega Gómez, se pueden eliminar a través de una cirugía tradicional o con láser, siendo esta última opción más corta en cuanto al tiempo de intervención y periodo de recuperación.

Pero para quienes la idea de someterse a una cirugía no es agradable...

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