Droga en la cancha
| Autor | Raúl Villarreal |
Si bien existen graves problemas como ataques terroristas, secuestros y robos, no cabe duda que el consumo de sustancias prohibidas es otro de los males que afectan a las sociedades de todo el mundo.
Argentina, país sudamericano que está en período de recuperación de una fuerte crisis política y económica, no está exenta de ese cáncer social, que ya ha pisado terrenos del deporte más popular: el futbol.
Y es que un total de 18 casos de doping, sobre 20, fueron detectados en el balompié pampero durante los últimos siete años por la ingesta de cocaína y marihuana, drogas prohibidas que ya se han vuelto de uso común en la sociedad.
Este mal que aqueja al futbol argentino ha sido material de análisis, como en el caso del ex sicólogo del equipo San Lorenzo de Almagro, Jorge Rocco, quien ventila que en las divisiones juveniles, entre el 20 y el 30 por ciento de los jugadores sufre problemas de consumo de alcohol, marihuana, cocaína, éxtasis y LSD.
Su opinión sobre el caso y la contundencia de los mismos datos llegan a la conclusión de algunos expertos, de que los futbolistas de este país no se drogan para ganar partidos, sino que son víctimas del complejo, misterioso, peligroso y muchas veces fatal submundo del consumo de sustancias alucinógenas.
El sicólogo busca combatir este flagelo modificando la escala de valores que rige las relaciones personales de los miembros de los planteles.
Incluso revela que el mismo San Lorenzo no tuvo éxito para luchar contra las drogas sociales y Rocco fue despedido por el técnico Néstor Gorosito.
El timonel argentino justificó su decisión, al manifestar que Rocco había formulado declaraciones contra el rendimiento del equipo azulgrana, a propósito de una racha de 10 semanas sin triunfos.
"La idea es ayudar al futbolista a vencer sus propios temores y no echarlo si tenía problemas, como lo hacía Óscar Ruggeri", enfatiza, "en San Lorenzo debimos trabajar mucho para lograr que entendieran que, si alguien percibía que otro se drogaba, el hecho de avisarlo no significaba ser un buchón (soplón).
"Costó mucho vencer la desconfianza de los jugadores. Para lograrlo, tuve que trabajar mucho en cambiar el concepto de complicidad".
El especialista propone que le practiquen controles antidoping a los juveniles para detectar más casos.
Otro que levanta la voz es el médico del club Deportivo Morón, Horacio Pérez, quien cuestiona el sistema de sanciones que, para casos de...
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