Ilusión Nacional, narración dramática de la selección mexicana
MEXICO, D.F., abril 2 (EL UNIVERSAL).- Después de analizar más de mil 400 imágenes que abarcan 80 años de historia de futbol, el director de cine Olallo Rubio quedó convencido de una cosa: en medio del asunto comercial en que se ha convertido el balompié mundial sobrevive la alegría de patear un balón, el éxtasis de un gol inesperado, la tristeza de la derrota, toda esa euforia que es como una droga, que provoca algo químico en el cerebro y exalta las emociones.
Así lo retrata en su documental Ilusión Nacional, cuyo protagonista es la Selección mexicana, un símbolo y una de las principales instituciones de este país, como él la define.
Se trata de una reconstrucción dramática del combinado nacional con imágenes que datan de 1928 hasta 2012 y que pretenden trepar al espectador en una máquina del tiempo para que sea testigo de inolvidables momentos: Hugo Sánchez en plena acrobacia haciendo una chilena, insensibles postes que se atraviesan entre el jugador mexicano y la gloria, la creación de la Cuauhtemiña, Hulk persiguiendo a Oribe Peralta antes de que decretara el gol que significó el oro olímpico, La Momia realizando una proeza previo a convertirse el Tri en campeón del mundo, el Ángel cimbrado por los brincos de cientos de fanáticos, la ola en el Azteca, la melancolía que se zarandea entre los senos de la Chiquitibum o la risa que provoca ver a los seleccionados con barro en la cara en una concentración para el Mundial de Chile 1962.
Todo ello presentado con una pizca de humor involuntario y con una crítica dosificada sobre el lado oscuro que rodea al futbol nacional.
Lo que me emociona muchísimo es que la vean la Selección y El Piojo MIguel Herrera. Ojalá que sirva de inspiración para ellos. Es como decir a ustedes les corresponde escribir el siguiente capítulo, que nos ayuden a hacer la secuela, se saborea Olallo en referencia al Mundial de Brasil 2014.Queremos ese quinto partido, por favor.
¿Por qué basaste Ilusión Nacional en el aspecto emotivo?
Es adictivo el futbol por las emociones que dispara y creo que ahí está la clave. Me basé en dos elementos que pueden ser muy elementales y muy profundos a la vez: la victoria y la derrota. Me pareció interesante contar la historia de la Selección y hacerla dramática, sin pecar de ingenuos mencionando aspectos oscuros del futbol. No es material de denuncia, pero sí es consciente de la capitalización oportunista de los sistemas de poder, de la comercialización excesiva de...
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