Del drama a la corona
| Autor | Alejandro Jasso |
Fuerte, segura y feliz, así se describe la regiomontana Priscila Perales, Nuestra Belleza México 2005, y expresa que estas tres características salieron a flote tras varias experiencias difíciles que le tocó vivir, como la soledad.
Sí, aunque parezca increíble, la chica que ganó el título de la mexicana más bella se ha sentido muy sola. Además, de niña tuvo que vivir etapas difíciles para su corta edad, como el divorcio de sus padres y, después, enterarse de que su papá estuvo acusado de un crimen.
En una entrevista con GENTE! durante sus breves vacaciones en Monterrey, antes de partir a la Ciudad de México para preparar su camino al Miss Universo 2006, la joven sampetrina platica llena de orgullo lo bueno y malo que ha experimentado para llegar hasta donde se encuentra hoy.
Una infancia feliz, pero...
Priscila Perales Elizondo nació el 24 de febrero de 1983. Fue el primer bebé que tenían Silvia Elizondo y Jesús Perales Chiprut y, por lo tanto, pronto se convirtió en una pequeña consentida y feliz.
"Tuve una infancia increíble. La verdad es que me la pasé súper bien siempre. Yo estaba todavía chiquita, tenía 2 años, cuando nació mi hermano Jesús y fue lo máximo porque ya éramos dos en la casa", cuenta Priscila emocionada al recordar la primera etapa de su vida.
"Tengo recuerdos muy padres de momentos vividos en familia, de paseos, regalos, muchas cosas tan padres que viví".
Lamentablemente, no todo siguió así. La pequeña tuvo que sufrir la separación y, finalmente, el divorcio de sus padres.
"Tú sabes que de chiquitas las niñas siempre con el papá. Yo tuve una relación muy bonita con él... Era mi dios.
"Tengo recuerdos muy bellos de él, pero resulta que un día se fue, y ya sabes que los papás siempre tratan de evitar que los niños se enteren de los problemas, así que mi mamá me decía que estaba de viaje de trabajo, que luego vendría", menciona la joven de 22 años.
"(Pero) ya no lo vi más. Resulta que ya se habían separado. Después hablé con él, pero cuando por fin lo vi ¡fue hace tres años!".
Después, la familia volvió a vivir un golpe más: hace 17 años, precisamente cuando ocurrió el divorcio de sus papás y Priscila tenía 5 años, su padre se vio involucrado en un asesinato.
En septiembre de 1988, las notas policiacas señalaban a Jesús Perales Chiprut de haber acabado con la vida del empresario Salvador Vargas Licona afuera del bar Bourbon Street (ahora Club Ejecutivo), en la Colonia Del Valle.
Según los artículos, hubo gente que lo acusó...
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