Dos visiones sobre la muestra

Rescatar la Propuesta

Empecé a participar en la Muestra Nacional como director y actor a mediados de los años 70. Asistí con un grupo que fundé y dirigí llamado El Ropero de Guanajuato, y en ese momento echaba de menos que hubiera una cantidad más grande de actividades pedagógicas, que la muestra tuviera un mayor nivel de confrontación artística, que ese evento verdaderamente sirviera para detonar el teatro que se hacía en el interior de la república.

Años más tarde, por razones de trabajo, fui invitado a dirigir la Muestra Nacional de Teatro. Dirigí cuatro muestras a partir de 1981, la de Acapulco, Morelia, Xalapa y Monterrey (que fue la primera que se dio ahí antes de que se quedara bastantes años como sede). Aquéllas eran muestras grandes, creo que reflejaban realmente lo que estaba pasando en el país y cuando digo grandes es que perfectamente podían participar 700 u 800 artistas y el público se podía contar en decenas de miles de personas.

Al estar ya al frente de la dirección de las muestras, me propuse, a la hora de diseñarlas, resolver esas carencias que había notado en esas muestras donde me tocó participar. Especialmente la de Xalapa y la de Monterrey llegaron a tener niveles verdaderamente extraordinarios, eran muestras que se preparaban con mucha anticipación, donde se gestionaban los aportes y los apoyos entre estados para que la gente pudiera trabajar con más tiempo y los resultados obviamente fueran mejores; se daban las condiciones profesionales a los grupos para que tuvieran todos los elementos técnicos y de producción que necesitaban para realizar óptimamente sus montajes, se creaban las infraestructuras, espacios para la experimentación y se hacía una gran reflexión sobre el momento en el que se encontraba el teatro en el interior de la república.

A partir de ese momento nos propusimos acabar con esa dicotomía del teatro del interior y el del centro del país, principalmente la muestra de Xalapa y de Monterrey fueron verdaderas muestras nacionales de teatro donde participaban, además, la Compañía Nacional de Teatro, el Centro de Experimentación Teatral del INBA, que en ese entonces era muy activo y propiciábamos todo un diálogo muy rico y creativo.

Tengo un recuerdo muy grato de esos tiempos, de las muestras que me tocó encabezar como equipo de dirección, porque creo que fueron auténticos espacios para el trabajo creativo, para experimentación artística. Fue un momento donde la actividad teatral del país tuvo un positivo...

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