Don Juan: Un tenorio de 160 años

AutorAntonio Calvo

En todo el mundo sólo hay una obra de teatro que se ha representado por más de 150 años seguidos en cabañas y palacios, y que ha sido vista desde el público más humilde hasta llegar a presidentes y emperadores.

Una obra que llegó a México en 1844 y se instaló en el corazón de los mexicanos.

Una obra que no ha dejado de ser representada año con año desde 1864 cuando una noche fue vista en el Gran Teatro Nacional por el Emperador Maximiliano en un palco y el gran traidor Santa Anna en el otro.

Una obra que habla a sangre y a fuego de amores y desafíos. Un personaje que nace en el teatro de la pluma de Tirso de Molina en 1630 y viaja por todo el mundo inspirando a numerosos autores.

Un burlador que inspira a Moliere a presentarlo en el Palais Royal de París en 1665, a Goldoni a llevarlo al gran carnaval de Venecia en 1736, a Mozart a componerle una ópera que se estrena en Praga en 1787, a Lord Byron, Alejandro Dumas e incontables autores, directores y productores que lo han hecho vivir en los teatros del mundo.

En 1926, la Warner Brothers hizo la primera película en la historia del cine en donde se lograba sincronizar el sonido con la imagen. La proyección comenzaba con el discurso inaugural del presidente de la WB presentando el nuevo invento llamado “Vitaphone” y a continuación empezaba la película con el mejor actor del momento, John Barrymore, interpretando a nuestro legendario personaje.

Veamos, pues, al personaje de la obra de teatro más vista en todos los tiempos en idioma español: Don Juan.

DON JUAN EN MÉXICO

El “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla es quizá la encarnación más lograda del personaje universal.

Zorrilla le impartirá frescura, amenidad, grandeza y, en su obra, consagrará a la pareja Tenorio-Inés como los súper Romeo-y-Julietas del pueblo de habla española.

La obra se estrenó en Madrid el 28 de marzo de 1844 y el 7 de diciembre del mismo año en el máximo recinto teatral del México de ese entonces, el Teatro Nacional que Santa Anna construyera ese mismo año.

Las críticas del estreno decían: “Don Juan Tenorio será citado como un modelo, como una obra admirable del entendimiento humano; la Doña Inés compite en pureza, en atractivo, en poesía, con Margarita y con Ofelia, divinas creaciones de Goethe y de Shakespeare”.

Veinte años más tarde Maximiliano inaugura su Teatro de Corte con el Tenorio por supuesto, y nombra a Zorrilla como el primer director en México de la Compañía Nacional de Teatro.

Zorrilla se queda a vivir en...

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