DOMINGRILLO

AutorMarco Antonio Flota

Despistados los que comparan a Cordero con Mister Bean: Cordero es más guapo y Mister Bean no habla.

Claro, diría Cordero, con 6 mil pesos mensuales se pueden comprar toneladas de beans, o sea frijoles. Pero si los consumimos daríamos razones a los pedantes ingleses, paisanos de Mister Bean, para que nos llamaron flatulentos. Mister Bean hace reír a Inglaterra, que es un país ruco; Cordero hace reír a México, que "es un país rico". Mister Bean no aspira a ser Primer Ministro; Cordero, primero ministro y después lo que venga. Más claro: Mister Bean no aspira a vivir en Downing Street, Cordero sí en Los Pinos, que están down y en la vil street. Mister Bean es mimo en la línea de Marcel Marceau; Cordero al estilo de nuestro gran mimo, Cantinflas. En español, ya se sabe, Bean se dice "frijol", y Cordero en inglés, "lamb", pero los fans de Mister Bean no son frijoleros y los de Cordero sí son lambiscones. Ventaja de Mister Bean: sale más en la tele que Cordero, pero menos que Peña Nieto. Hay diferencias hasta raciales: Mister Bean es sajón y Cordero es sacón, según el Góber de Jalisco, quien no baja la guardia. Pues razona: se trata de sustituir al émulo de Churchill, quien se tomaba diariamente una de whisky porque nunca probó el tequila jalisciense.

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Lo que faltaba: ya tenemos el Día del Genízaro... digo: del Genaro García Luna.

Bueno, oficialmente es el Día del Policía, decretado para el 2 de junio. Y es lógico, porque el Día de la Marina es el 1 de junio y la PF siempre llega después que la Marina. Pues bien, la fecha indicada felicitó el Presidente a García Luna por el éxito de su equipo, pero el oficial, no el que fracasó en la tele. San Genaro... digo: don Genaro, o sea aquel cuya sangre no se licua por pesada, llamó a sus muchachos "Héroes de la Nación". Calderón dijo que la tarea policiaca debe ser concebida como un sacerdocio cívico e instó a los jóvenes universitarios a integrarse a la Poli Federal, lo que ya había rechazado el gerente de los Pumas... digo: el Rector de la UNAM. Pero los que le entren al sacerdocio cívico tendrían que vivir sólo del diezmo, como un cura de pueblo, y los universitarios aspiran a ganar lo que el obispo Onésimo. En fin, don Felipe le dio el espaldarazo...

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