Docentes reconocidos
Seis Profesores de la Universidad de Monterrey recibieron una distinción especial por parte de la casa de estudios, en la que fueron distinguidos como Profesores Eméritos.
Año con año, la institución entrega estos reconocimientos a profesores elegidos por un comité que evalúa su trayectoria, prestigio y trascendencia durante los años de servicio que han laborado tanto a nivel bachillerato, profesional y de posgrado, demostrando que la docencia no es sólo un trabajo para ellos, sino que es una pasión con la que están completamente comprometidos.
Los académicos que ahora son considerados Profesores Eméritos son: la licenciada Guadalupe Martínez de León de la Escuela de Negocios; la doctora María Gloria Carbajal Rascón, de la Escuela de Educación y Humanidades; la doctora Myrna Elia García Barrera, de la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales; la licenciada Evangelina Reyes Peña, de la Escuela de Psicología; el doctor Héctor Cobos Aguilar, de la Escuela de Medicina, y la licenciada María Aurora Vargas González, del nivel preparatoria.
Los profesores galardonados cumplen con 25 años o más en la docencia e investigación, además que cada uno de ellos cuenta con por lo menos 10 años de labor en la Universidad de Monterrey.
"El Profesor Emérito, que ha dado su vida para la universidad, en un contexto universitario, es alguien que se apasiona por la educación, que su razón de ser es compartir sus conocimientos en la formación de mejores seres humanos".
Dr. Carlos Eduardo Basurto Meza
"El reconocimiento se entrega a maestros que tengan 25 años en la docencia e investigación, que hayan laborado al menos 10 años en la UDEM, y que se identifiquen con los valores que representan a la institución".
Dr. José Eduardo García Luna Martínez
Mano de hierro; guante de seda
Vargas González, conocida como "Mayoya", comenzó a dar clases en la preparatoria Humberto Lobo, donde tenía planeado permanecer por sólo un semestre. Era el año de 1988.
Impartió las materias de Psicología, Formación de Valores y Titularidad en la UDEM. Sí, su pequeña estadía se convirtió en nada más y nada menos que en 30 años. Seguramente la empatía que tuvo casi de inmediato con sus alumnos ha sido un gran factor para que continuara durante tanto tiempo enseñando educación humanística y de calidad.
Por todos es sabido que su método de enseñanza era "mano de hierro con guante de seda", en pocas palabras, firme pero siempre amable y cordial.
Claro, el sentido del humor era otra de sus características, así como el beneficio de los demás a través de sus decisiones justas.
"Tengo mucho...
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