Doble personalidad

AutorFrancisco Márquez

Fotos: Iván Serna

Una experiencia única en conducción es, sin duda, la que brinda el Slingshot SLR de Polaris.

Entendamos primero el concepto. Se trata de un triciclo invertido que la firma desarrolló con lo mejor de dos mundos: un convertible con suspensión trasera de motocicleta.

Para nada es un vehículo convencional. Entender al Slingshot es una de las primeras labores.

Debido a sus cualidades técnicas, es catalogado como una motocicleta de tres ruedas, biplaza, con un tren motriz encabezado por un motor cuatro cilindros y transmisión manual.

Podríamos decir que de la zona frontal hasta detrás de los asientos estamos en un vehículo convertible, y el resto en una motocicleta. Es por ello que para su uso se requiere de casco a pesar de contar con asientos y cinturones de seguridad.

El simple hecho de verlo ya causa una sensación atractiva para su conducción. Después, al colocarnos el casco y tomar posición, se incrementa el pulso. Usamos un botón rojo digno de una nave espacial para encenderlo. El rugir del motor cautiva inmediatamente.

Conforme avanzamos, tenemos que acostumbrarnos a las sensaciones que son comunes en una motocicleta, como el viento contra el casco, además del frío en las piernas.

Slingshot SLR es para alguien que busca aventurarse en el tráfico citadino pero que tiene el gusto por viajar en carretera los fines de semana. Es por ello que nuestra prueba de manejo consistió en un tramo de ciudad y carretera.

Recorrer la ciudad es toda una experiencia, ya que, sin duda, llamará la atención tanto de los peatones como de otros conductores.

Si bien la altura al suelo es baja, apenas 12.7 centímetros, no representa dificultades...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR