Coordenadas/ El doble filo petrolero
| Autor | Enrique Quintana |
Lo que son las cosas. Resulta que si los precios del petróleo van para abajo, como ocurrió en 1998, sufrimos debido a que tiene que recortarse el gasto público o elevarse los impuestos.
Si los precios del petróleo van para arriba, como ha sucedido en los últimos meses, entonces lo que vemos es un aumento de los ingresos petroleros, pero un encarecimiento de los combustibles utilizados por la industria y además, la amenaza de enfrentar un entorno internacional más difícil en los próximos meses.
Como quien dice, ni contigo ni sin ti.
En 1998, como quiera logramos sortear con pocas bajas la crisis que llevó los precios del petróleo mexicano a 8 dólares por barril.
El efecto de este declive lo vivimos en el primer trimestre de 1999, cuando la economía del país creció apenas en 1.8 por ciento, la tasa más baja desde la crisis de 1995.
Lo que ocurra en los siguientes meses va a depender de la suerte que corra la economía mundial y particularmente de la gravedad que pueda tener la crisis petrolera.
La escasez es un fenómeno que ya se hace notar en Europa y a pesar del incremento anunciado en la oferta, no se abatieron los precios, pues se percibe que la mayor parte de los 800 mil barriles adicionales prometidos por la OPEP ya estaban en el mercado y sólo se ha reconocido que los países petroleros violaban sus cuotas.
Pero además, a diferencia de lo que ocurría en situaciones anteriores, ahora la capacidad para incrementar la oferta petrolera es limitada.
Si la demanda de hidrocarburos sigue creciendo por efecto del crecimiento de la economía mundial, particularmente de los países asiáticos y Estados Unidos, lo más probable es que lleguemos a un punto en el que la OPEP simple y sencillamente ya no podrá incrementar la producción y el impacto sobre los precios será mayor.
No hay que descartar que con estas cotizaciones puedan entrar a producir pozos que ya no eran rentables con precios inferiores. Sin embargo, no es descartable que nos encontremos con una situación cada vez más difícil en el mercado mundial.
Estamos todavía muy lejos de los niveles alcanzados por los precios del petróleo después de la crisis de los rehenes norteamericanos en Irán y de la guerra de este país con Irak en 1981. En ese entonces, las cotizaciones llegaron a 41 dólares para el petróleo Brent.
Pero no descarte que nos acerquemos a esos niveles nominales si los desequilibrios del mercado se hacen más profundos.
En los Estados Unidos, los precios de los combustibles han...
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