Se divierten como reyes

AutorIvett Rangel y Nora Marín

Como los niños de hoy se han vuelto tan sofisticados, los Reyes Magos invirtieron el oro, el incienso y la mirra en mini autopistas, juegos y consolas de video, casitas de lujo y hasta muñecas que hablan, caminan y hacen del "uno".

Pese a que Melchor, Gaspar y Baltazar se quedaron algo "cortos", en sus costales no faltaron patines del Diablo (¡uyy!), pelotas y baleros para los artistas de las televisoras (Televisa y Azteca Digital), quienes gustosos mostraron sus dotes para las acrobacias, el futbolito y los capiruchos.

Con ello, volvieron a ser, en este día, unos verdaderos reyes.

Ana Serradilla

"Nunca creí en los Santos Reyes porque no me cabía la idea de que en una noche repartieran regalos a todos los niños del mundo. Así que cuando tenía como dos años, espié y los caché, pero nunca dije nada para que me siguieran trayendo cosas".

Verónica Merchant

"La ilusión de los Reyes Magos me duró mucho tiempo, dejé de creer en ellos ya bastante grande, aunque siempre me traían otra cosa distinta a la que me imaginaba, pero me acomodaba a lo que hubiera.

Ana La Salvia

"Una vez me trajeron sólo un oso azul, entonces me explicaron que habían tenido problemas y lloré mucho. Sentí horrible cuando me dijeron que no existían, parecía niña loca y me encerré en mi cuarto".

Arturo Peniche

"Me daba mucha ilusión la llegada de los Reyes Magos, fue algo muy bonito porque en mi casa fuimos siete hermanos y a todos nos traían juguetes.

"Este año voy a pedirles salud, que es lo primordial, porque lo demás ya es cuestión de uno"

Bruno Bichir

"Una ocasión me trajeron un robotito estúpido que sólo hacía ruidos extraños y medio movía las patitas, entonces lo odié porque no tenía nada que ver con el Llanero Solitario o la nave espacial que había pedido, pero después le tuve un cariño infinito por años.

"Ahora les voy a pedir la producción y dirección de una película".

Polo Ortín

"Al amanecer, recuerdo las apariciones de Santa Claus, con efectos que nos hacía mi papá, y la tensión de ver al otro día que los Reyes se habían tomado el...

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