Divide a argentinos nueva ley de medios

AutorAlejandro Pairone

Corresponsal

BUENOS AIRES.- El lema del Gobierno argentino para el debate social y parlamentario de una nueva Ley de radio y TV -de marcada impronta antimonopólica rechazada por la Oposición y los grupos concentrados de comunicación- ha sido: "La libertad de expresión no puede convivir con los monopolios y los oligopolios".

La propuesta del Gobierno se trata de un proyecto de ley, ya aprobado por los diputados y que ahora debate el Senado, que reemplazará una norma impuesta por la última dictadura militar, en 1980, reiteradamente modificada vía decreto, sin intervención parlamentaria, por el ex Presidente Carlos Menem (1989-1999).

Esos cambios habilitaron un proceso de concentración que dejó 70 por ciento de la circulación de mensajes en manos de sólo media docena de conglomerados de radio y TV, según investigaciones de los académicos Guillermo Mastrini y Martín Becerra, de las universidades nacionales de Buenos Aires y Quilmes, respectivamente.

Ese estado de cosas intenta hacer retroceder el proyecto de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que afecta a holdings concentrados, nacionales y transnacionales, como el Grupo Clarín, el Grupo Prisa (España) y Grupo Uno (capitales locales y cubanos de Miami).

Éstos holdings y otros grandes grupos de comunicación encabezan la más feroz oposición contra la Ley de Medios ya que, de avalarse, tendrán un año para desinvertir y ajustarse a derecho.

La ley fija un máximo de 10 licencias de radio y televisión abierta nacional por empresa, pone un techo de tres licencias (AM, FM y TV) en una misma zona de influencia y limita a un 30 por ciento la integración de capital extranjero.

También establece que ningún prestador de servicios de televisión por cable podrá superar 35 por ciento de los abonados de una localidad; limita a cuatro la cantidad de señales propias que podrá transportar un cableoperador y prohíbe obtener licencias a quien opere una plataforma de televisión satelital directa al hogar (DTH).

La norma rompe el principio...

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