DIVÁN

AutorJosefina Leroux

Cansado de ser tratado como hijo

P.- Josefina, soy un hombre divorciado y no me arrepiento. Me costó años tomar la decisión porque no quería dejar a mis hijos. Me casé enamorado, pero mi esposa cambió después de sentirse segura y casada. La respeto como madre de mis hijos, pero como esposa no me dejaba en paz: que si había dejado el baño sucio, que si no bajaba la tapa, que si la toalla no estaba en su lugar, que si el pijama, que si los calcetines, que si veía muchos deportes, etc.

Yo me quedaba en la oficina el tiempo que podía para no llegar a mi casa. No tuve amantes mientras estuve casado, tampoco contrataba servicios de escorts. Me fui desenamorando solo. Mi esposa logró que me decepcionara día tras día. Mi comunicación es para decirle a esposas como la mía que dejen en paz a sus maridos, son adultos y no quieren una mamá a su lado que los corrija todo el día.

Después de estar solo un tiempo me di cuenta que mi relación con mis hijos mejoró: los veía más y conversaba mejor a solas con ellos. Encontré a una mujer con la que me casé y ahora soy feliz. Sí se puede serlo con una mujer que te trate como adulto. Gracias anticipadas por publicar este mensaje.

R.- Gracias por compartir tu testimonio. No hay educación para contraer matrimonio ni para conformar una pareja sana. Los padres son el ejemplo más cercano que se tiene para saber cómo funciona el...

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