Diván

AutorJosefina Leroux

Obsesionado en vengarse

P.- El año pasado mantuve una relación corta, pero muy intensa, que me hizo mucho daño porque estaba con una persona que decía "no creer en ningún tipo de relaciones o compromisos". El desgaste físico y emocional fue devastador. La relación terminó y poco a poco fui recuperándome, y ahora, sin proponérmelo, estoy en una posición en la que puedo vengarme. Nunca lo he hecho, pero dada la situación no puedo evitar pensar todos los días en tomar acción y satisfacer ese deseo de venganza. ¿Qué opina de la venganza?

R.- "Ojo por ojo y el mundo quedará ciego", decía Gandhi.

Desde la psicología, la venganza perpetúa el odio. En una relación sin correspondencia, existe también la responsabilidad del ofendido, quien a sabiendas de la ausencia de afectividad (y como advirtió su descrédito en el compromiso) acepta una relación unilateral, temporal, superficial.

La obsesión puede diluirse si cuando te asalte la mente el pensamiento de venganza, te ocupas en algo más. Recuerda que el rencor se ha definido como el veneno que se toma uno para matar al otro.

Y bueno, en el caso de la venganza, debes estar consciente de que puede revertirse después contra ti.

Niño que gusta de muñecas

P.- ¿Es normal que a mi hijo de tres años le guste jugar con...

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