Diván

AutorJosefina Leroux

Sugiere casarse con huérfanos

P.- Creo que todas deberíamos casarnos con huérfanos. Sí, así lo creo firmemente. Las suegras son nefastas. Los suegros, si no eres dominada te odian; tus cuñadas te envidian como si te hubieras llevado al príncipe de España. Las suegras se ciegan a que sus hijos tienen todos los defectos de cualquier hombre.

Si eres una mujer exitosa, con capacidad económica, con mundo, etcétera, te conviertes en una egoísta y narcisista, y no ven el apoyo que le das a su hijo; si eres madre de sus nietos algo te falta; en fin, para mí ha sido muy decepcionante la relación con mi familia política y no generalizo, pues veo relaciones de ese tipo muy funcionales. ¿Qué hacer?

R.- La enfermedad mental tiene mucho que ver en esta queja. No se difunde gran cosa por eso no se reconoce, pero muchas suegras, madres, padres, hermanas padecen trastornos de la personalidad (por mencionar algún padecimiento) que hace imposibles las relaciones, pues las personas que las sufren se caracterizan por rasgos inflexibles y desadaptativos como por interpretaciones de la realidad muy subjetivas.

En las familias causan embrollos constantemente por una dificultad enorme para escuchar y colocarse en el lugar de otros, sobre todo de las personas ajenas a ellas.

Salvador Minuchin, estudioso del comportamiento de las familias, encontró que las portorriqueñas se caracterizaban por ser aglutinadas, con límites vagos entre los miembros y con una enorme...

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