Diva rockera y mujer feliz

AutorNancy Collins

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"Esta se ha convertido en mi parte favorita del show", dice Tina Turner, brincando hacia un taburete frente a 19 mil fans histéricos en el auditorio Thomas and Mack de Las Vegas. "Tengo que sentarme y cantar para ustedes, caballeros", dice volteando a ver a su grupo.

Luego empieza a cantar lentamente "Let's Stay Together". La gran diva del rocanrol se merece descansar.

Durante la última hora, Turner, de 60 años de edad, ha estado al mando del escenario, bailando, pavoneándose y cantando éxitos como "What's Love Got to Do with It" y "Proud Mary" con un entusiasmo tan fresco que uno pensaría que las está cantando por primera vez.

Uno nunca imaginaría que la dama llegó apenas un día antes de Zurich, Suiza, donde vive con su novio alemán, Erwin Bach, de 43 años de edad, con quien lleva 14 años de relación.

Lo que se ha necesitado para llegar a ser Tina Turner es una vida de energía, fuerza de voluntad y elasticidad.

Nacida en 1939 con el nombre de Anna Mae Bullock, fue hija de Zelma y Richard Bullock, agricultores que vivían en el rural Nutbush, Tennessee.

Cuando Anna Mae tenía 10 años de edad, su madre la abandonó a ella y a su hermana mayor, Alline; cuando cumplió 13 años, su padre hizo lo mismo.

"Mis padres no eran míos, y yo no era de ellos", dice Tina. "Así que cuando se fueron, fue como si nunca hubieran estado; pero además, siempre he sido una persona solitaria".

Fue recibida por una familia vecina de raza blanca, los Henderson.

"Vi amor en el hogar de los Henderson", comenta. "Me enseñaron buenos modales".

Cuando Tina tenía 16 años, se fue a vivir con su madre a St. Louis, Missouri. Y fue ahí donde conoció a Ike Turner, una celebridad en los clubes de R&B de la ciudad. Cuando Ike descubrió que la desgarbada adolescente sabía cantar, no sólo la incluyó en su banda, sino que la usó en una grabación de demostración.

"El estaba tratando de vender material como productor", recuerda Turner.

"La disquera dijo, ¿Por qué no grabas con la voz de la niña?".

De esta manera inició Ike and Tina Turner Revue, así como 20 años de abuso físico y mental por parte de un hombre que nunca dejó de recordarle a Tina que él la había hecho estrella.

En 1976, fortalecida por su creencia en el budismo, se armó de valor y abandonó a Ike.

A los 37 años de edad, estaba en la quiebra, pero libre; batallando para ganarse la vida, Turner actuaba en bares de hoteles y alguna vez apareció en programas de concursos con celebridades como Hollywood...

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