Diseño que evoca talentos

AutorNayla V. Magaña

Ubicada en el borde sur de Monterrey, muy cerca del parque ecológico Chipinque, se encuentra esta residencia cuya principal característica es el resguardo de su volumetría a partir de diversos muros de doble altura.

El terreno donde ahora toma lugar el proyecto fue condicionante para que Moneo Brock, despacho a cargo de la obra, creara una construcción que juega con el montaje y la perspectiva.

"El concepto surge de cuatro grandes árboles que encontramos ya habitando el solar cuando lo paseamos por primera vez, tres nogales y un trueno. Su belleza nos cautivó inmediatamente y decidimos que formasen parte de la propuesta", detalló Belén Moneo, socia fundadora del taller.

El resultado final es una arquitectura que envuelve, enmarca y ensalza dichos ejemplares para darle lugar a un desarrollo, además, inspirado en el estilo de los arquitectos Luis Barragán y Ricardo Legorreta.

"Los espacios quedan delimitados y enmarcados por unos muros que se desligan, flotan y cuyo cometido es esconder y desdibujar la volumetría exterior de la casa. Los paredones se extienden hasta el jardín donde los huecos que las perforan nos ayudan a leerlos como elementos independientes.

ARMONÍA ESPACIAL Y ESTÉTICA

Los tonos que le dan carácter a la fachada se replican al interior, pues el pigmento de cada muro exterior permanece aun dentro de la casa.

La personalidad del interiorismo se enaltece con el uso de textiles diseñados por Moneo Brock, como el biombo del vestíbulo de acrílico traslúcido, PlexiJazz, o las alfombras con patrones geométricos.

"En algunas estancias se han empleado papeles pintados de la marca inglesa...

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