Disciplinada

AutorDaniel Garibay

Para muchos el ballet significa danza y belleza, pero para María León, vocalista de Playa Limbo, fue la técnica que le dio salud y disciplina que la llevó a ser la artista que es.

Ella desde los 3 años ejecuta movimientos estilizados sobre el escenario, complemetados también con danza, jazz contemporáneo y acrobacia aérea.

Fue en casa de sus abuelos -una construcción de 1910, ubicada en la Colonia Moderna y que es considerada Patrimonio Cultural de Jalisco- donde la cantante de 26 años se enfrentó a uno de los momentos más difíciles de su vida y que el ballet aligeró.

"Aquí me acabé como 20 pares de zapatos ortopédicos, dándole vueltas a la casa en la andadera, que era como la magia de salir a la calle, que no era la calle, era dentro del patio de la casa", recordó María, quien de niña tenía pie plano y problemas en la rodilla.

"Cuando empecé a caminar, caminaba y me caía. Tenía problemas ortopédicos de todo lo que te puedas imaginar y el doctor le recomendó a mi mamá que me metiera al ballet, a los 3 años, y me encantó".

Desde la primera clase, María experimentó una magia que la forjó a convertirse en una bailarina, pese a sus dificultades físicas.

"Me costaba tanto trabajo. El ballet es una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida, porque aparte yo era gordita, y en muchas funciones mis compañeras salían en el teatro y a mí no me metían por 'chueca' y gordita.

"Yo le decía a mi mamá '¿por qué yo no puedo estar en las funciones?', y ella me decía 'es que tú eres especial, tranquila, paciencia. Tu síguele echando ganas, todavía no logras lo que las demás'", contó.

La exigencia de su mamá, quien es bailarina de folclórico, la impulsó a lograr su meta y no sentirse diferente a las demás.

"Siempre fue bien dura conmigo, nunca me decía 'estás bien'. Se quedaba a ver las clases y me decía 'aquí te falló, tienes que practicar más'. Hubo una época que después de la escuela tomaba clases de cuatro a seis, seis a ocho y de ocho a diez".

María siempre estuvo en clases de canto, guitarra, batería y piano, disciplinas que la convirtieron en la artista que es ahora.

La maestra Anita Mendoza, en el American School, fue quien la impulsó a cantar. Cuando todavía estaba en prekinder la metió al coro de la escuela y también la apoyó en sus primeras composiciones, a los 5 años.

"Mamá" fue su primera canción, que presentó en uno de los talent shows del colegio, en el que montó una coreografía con dos niñas y ella interpretó al piano con un micrófono...

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