Son dinosaurios sus obras de arte

AutorYngrid Fuentes

Su oficio es el de infundir vida a restos de polvo y hueso. Y aunque no tiene poderes mágicos, es a través de sus manos que animales y monstruos de antaño regresan para dar testimonio de lugares y épocas que sólo se pueden concebir en la imaginación.

Héctor de la Paz, paleoescultor del Museo del Desierto en Coahuila, hace de la prehistoria un arte que permite entender el pasado.

"Nosotros (paleoescultores) no somos cazadores; revivimos a los animales, les damos vida", señala el artista, quien lleva más de 20 años esculpiendo dinosaurios.

MONSTRUO NUEVOLEONÉS

Entre las obras más memorables del saltillense de 51 años está el Monstruo de Aramberri, uno de los carnívoros más grandes que conoció el planeta y que vivió en los mares jurásicos hace 150 millones de años.

"Es un reptil marino que se encontró en el estado de Nuevo León", recuerda De la Paz, "lo hicimos en 15 días, eso sí, trabajamos día y noche, terminamos muy fatigados, pero sí acabamos el trabajo y salimos muy satisfechos".

Normalmente, este artista tarda alrededor de siete meses en realizar sus obras, incluyendo estudios e investigaciones por parte de expertos paleontólogos, pero en el caso de este monstruo, su creación más grande, se tuvo que terminar en tiempo récord para una exposición pendiente.

Este monstruo marino fue descubierto hace 27 años por un estudiante de la UANL, Mario Alberto Mancilla Terán, entonces estudiante de la Facultad de Ciencias de la Tierra.

Y con sus 15 metros de largo fue reconstruido en tamaño real con el apoyo de paleontólogos extranjeros y nacionales.

"Todo está apoyado con científicos, no nada más es así a mi gusto. Todo va asesorado científicamente", advierte el escultor.

Actualmente, la reconstrucción del monstruo se encuentra en la exposición itinerante "Huellas de la vida", que en este momento está en Silao, Guanajuato.

PASIÓN HEREDADA

Ingeniero de profesión, De la Paz heredó el gusto por la escultura de su padre, quien trabajaba con madera, relata el paleoescultor, quien desde los 16 años ha llevado este arte como un pasatiempo.

Fue hasta que el director del Museo del Desierto, tras ver una de sus esculturas de dinosaurios, lo invitó a trabajar en este espacio, que se empezó a dedicar formalmente a la paleoescultura.

"Ésta ya es mi pasión", asegura De la Paz, quien tiene ya dos decadas dedicándose profeionalmente a la paleoescultura.

Entre su acervo se encuentran diferentes formas de tiranosaurio rex, dinosaurios cuello largo, un...

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