En el Dinero / Peso fuerte para rato

AutorJoel Martínez

La globalización de nuestra moneda, el cambio de paradigmas y la existencia de fundamentales favorables, son la base para pensar que debemos acostumbrarnos a tener un peso fuerte para rato.

De hecho, la decisión de las autoridades monetarias de seguir una política cambiaria que apoya deliberadamente una moneda fuerte, representa un giro en el paradigma del crecimiento: dejaría de basarse en un apoyo premeditado a las exportaciones y buscaría el eje en el mercado interno.

La internacionalización de nuestra moneda está a flor de piel. La demanda de bonos denominados en pesos está en plena efervescencia: apenas el 29 de septiembre América Móvil emitió un bono en europesos por 5 mil millones de pesos.

El bono paga una tasa de 9 por ciento a 10 años, y fue el primer bono denominado en pesos emitido por un corporativo mexicano fuera de México.

Esto porque ya ha habido un boom de colocaciones de bonos con tasas denominadas en pesos en Europa por parte de empresas internacionales y gobiernos.

El monto de las colocaciones de europesos ya debe bordear los 20 mil millones. Además de los 9,500 millones de dólares de tenencia en bonos M, con tasas en pesos que tienen los extranjeros.

Si lo anterior no es una señal de la globalización de nuestros activos financieros y de la moneda local, hay que ver que los futuros del peso en el mercado de Chicago están entre los cuatro con mayor volumen.

Por supuesto que hay más indicadores que remarcan el carácter mundial del peso. ¿Qué implicaciones tiene este proceso?

Y la respuesta es sencilla, el nivel del tipo de cambio es una variable que no sólo depende de variables locales, sino también de percepciones internacionales.

Los ojos de los inversionistas globales están puestos en las variables fundamentales y en las políticas públicas.

El nerviosismo del periodo electoral no es un factor que preocupe a los inversionistas internacionales porque ven excelentes variables macroeconómicas y una correcta política monetaria y cambiaria.

No hay una bomba de tiempo en el nivel de participación de extranjeros en las compras de activos financieros locales, como hace 12 años.

En 1994 había un déficit de cuenta corriente de 29 mil 663 millones de dólares, que equivalía al 7 por ciento del PIB y existían inversiones de extranjeros en valores de Gobierno mexicanos por 25 mil 700 millones de dólares. Una bomba de tiempo.

Hoy existe un déficit de cuenta corriente cercano a los 7 mil millones de dólares, equivalente a alrededor del...

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