EN EL DINERO / La Fed impone su agenda

AutorJoel Martínez

La batalla reciente entre los "vigilantes" -manejadores de portafolios globales- y la Fed sobre el rumbo de la economía de Estados Unidos y su política monetaria (ver En el dinero del 29 de junio: "Se descarrila el Trumpismo") ha decantado en favor del Banco Central estadounidense.

Muchos portafolios globales empujaron tesis de que la economía norteamericana se estaba debilitando y que por eso las tasas de los treasuries habían bajado y la inflación estaba cayendo, aseveraban que la Fed cometía un error subiendo sus tasas y que por lo tanto las bolsas estadounidenses debían ajustarse fuertemente entre 13 y 20 por ciento.

Ahora bien, ¿qué ha pasado en las últimas dos semanas?

Pues que en diferentes foros, Janet Yellen, presidenta del Banco Central; Stanley Fisher, vicepresidente, y algunos destacados presidentes regionales han hecho varias afirmaciones:

-Que la economía mantenía su tasa de crecimiento máxima potencial, que por el momento es de 2 por ciento.

-Que la inflación era baja por factores, coyunturales como ajustes estructurales de precios en los planes de celulares, bajas en medicinas de recetas y reducción de precios en gasolinas.

-Los activos financieros (léase las bolsas) no están sobrevaluadas.

La semana pasada, los datos oportunos de junio de actividad manufacturera y los de servicios, además de los del empleo, fueron mucho mejor a lo esperado.

Las visiones catastrofistas de los "vigilantes han quedado en desuso, la Fed ha ganado esta batalla.

El resultado fue un repunte de las tasas de los treasuries en las últimas dos semanas y una consolidación del rally alcista de las bolsas estadounidenses aún con el fracaso del Trumpismo.

El treasurie de 10 años subió de 2.14 por ciento el 26 de junio a 2.39 el 7 de julio.

Entonces ¿Cuál es la tesis central de la Reserva Federal que guía el rumbo de los mercados?

Básicamente, Yellen parte de lo que se conoce como el paradigma de la curva de Phillips, que establece que hay una relación inversa entre la tasa de subempleo y la inflación.

Es decir, a medida que haya pleno empleo, al paso del tiempo la escasez de mano de obra generará aumento de salarios.

La masa salarial crece y se traduce en mayor demanda de bienes y servicios que generarán inflación.

La inflación de demanda se traduce en más crecimiento económico pero implica que la política monetaria debe dejar de ser laxa y, por el momento, de manera anticipada, debe caminar a ser neutral.

En este contexto suena lógica la agenda de la...

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