EN EL DINERO / La caída libre del peso toma un respiro

AutorJoel Martínez

El desplome del peso, que tuvo un respiro en los primeros días de enero, apenas comenzó en diciembre.

El Comunicado de Banxico del 14 de ese mes había perfilado un panorama muy crítico para nuestra moneda, para la inflación y para la economía en 2018 (ver En el dinero del 18 de diciembre pasado: "2017-2018 bajo el yugo fantasmal de 1994-1995").

El precio del dólar subió de 18.45 pesos el 27 de noviembre a 19.34 el día de ayer, lo que implica una devaluación de casi 5 por ciento.

Aunque en el intermedio hemos observado algunos altibajos.

El billete verde alcanzó un pico de 19.2 el 16 de diciembre, para bajar a 19.05 y de ahí tomar un canal de alza hasta 19.89 el 28 de diciembre.

En enero lo han presionado a la baja hasta cerrar ayer en 19.34, pero por supuesto esta ola positiva en los primeros días del año no significa un cambio de tendencia a un dólar cada vez más caro en 2018 y esto es básicamente por las siguientes razones:

  1. - Las autoridades monetarias siguen una política de persistente depreciación anual del peso.

  2. - Un precio del dólar es la válvula de escape frente a choques externos como la reforma fiscal estadounidense, el alza de tasas de la Fed y los efectos de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio.

  3. - Unas elecciones Presidenciales muy disputadas en este año, en dónde todo puede pasar.

Estos puntos son abierta y claramente reconocidos de manera detallada por el Banco Central en las Minutas de la última junta, publicadas el 28 de diciembre.

Y es más, la Minuta dejó ver como nunca, una discusión muy plural, abandonó el oficialismo posiblemente impuesto por el anterior gobernador y está buscando defender la autonomía de Banxico.

De hecho, resalta una postura muy crítica acerca de los errores que se han cometido en políticas públicas (ver hoja 16 de las Minutas) y el reconocimiento de que la falta de Estado de Derecho, la inseguridad, la impunidad, la corrupción y la violencia ya le están cobrando la factura a la economía.

Por ejemplo, ya concede el que el peso se devaluó un promedio de 5 por ciento anual entre 2001 y 2017, lo que parece ser el factor de ajuste debido a la menor productividad en México frente a su principal socio comercial.

Parece un patrón.

Lo malo es que esto se usará frente a la pérdida de competitividad por la Reforma Fiscal estadounidense y al posible final del Tratado de Libre Comercio.

Sinceramente, las autoridades podrían estabilizar el precio del dólar haciendo cambios estructurales que...

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