EN EL DINERO / Banxico restringirá y le apuesta al peso

AutorJoel Martínez

Si bien, el tipo de cambio se mantiene caro fuera de cualquier patrón fundamental, esto se debe a un choque externo por una ola global de fortaleza del dólar.

Esto lo reconoce el propio Banxico, pero también acepta que hay un componente especulativo basado en el rumbo que tomarán las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) y el proceso de las elecciones en julio.

Y advierte que las presiones continuarán, de hecho, cada que su Gobernador hace presentaciones, como ayer en el Informe Trimestral de Inflación, muestra un gráfico sobre la volatilidad implícita o futura del tipo de cambio y señala que en los plazos cortos es muy alta.

La volatilidad implícita, dicho de manera coloquial, es el índice de siniestralidad esperada, en este caso del tipo de cambio.

Las opciones en los derivados financieros son el equivalente a un seguro, en donde la siniestralidad encarece la prima para protegerse.

Y entonces, el Banco Central puede usar la tasa de interés como una herramienta para encarecer aún más las primas y de reprimir la dolarización.

Este escenario por sí mismo justificaría que el Banco Central suba su tasa de referencia de 7.50 a 7.75 por ciento, en el Comunicado del 21 de junio.

Pero además hay otro eje de la política monetaria local que el Banco de México reconoce oficialmente y es lo que hace la Reserva Fed.

Nada menos una semana antes del Comunicado de Banxico, el 13 de junio, la Fed subirá 25 puntos base su tasa de referencia.

A esto hay que aunarle que ayer el informe trimestral de inflación incorporó el riesgo de un repunte en los precios agropecuarios, lo cual es nuevo, ya que la caída que habían tenido, tuvo a bien echarle una buena mano a la inflación.

Los precios de las gasolinas son una bomba de tiempo y esto quiere decir que puede haber un gasolinazo pos electoral.

Es más, en el diésel ya no sólo hay estímulo, ya empezó a subsidiarse.

Hay que recordar que el Gobierno llama "estímulo" al hecho de que cobra menos del impuesto especial que le había fijado.

Y en el caso del diesel no sólo no cobra el impuesto, sino que lo subsidia, es decir, le cuesta al Gobierno: lo vende más barato de lo que lo compra.

En la gasolina Magna, la de mayor consumo y ponderación en la medición de la...

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