EN EL DINERO / Banxico y mercado ¿Kamikazes?

AutorJoel Martínez

Los mercados de tasas locales y Banxico están sobre dimensionando la caída de la inflación general y ocultando el peligro de una tendencia alcista de la parte subyacente, que de hecho, es la más importante.

Este fenómeno igual está pasando en Estados Unidos: ayer se reportó la inflación general anual de marzo en 5 por ciento, una caída considerable desde el 6 que hubo en febrero y el mercado lo leyó como si los problemas inflacionarios comenzaran a disiparse.

Sin embargo, la subyacente se ubicó en 5.6 por ciento, subiendo desde el 5.5 del mes anterior, esto muestra que la lucha por la inflación está lejos de terminar.

La medición general cayó tan fuerte debido a un efecto estadístico de base de comparación: en marzo de 2022 apenas empezaba la invasión de Rusia a Ucrania y los precios de la energía y los alimentos se fueron a los cielos.

Hoy estos precios han regresado a la normalidad.

El gran error es que el mercado sólo está viendo la inflación general y piensa que la Reserva Federal puede detener su ciclo de alza de tasas.

Los operadores no reparan en que el componente subyacente es el importante y éste arroja que el banco central estadounidense seguirá subiendo los fondos federales.

Así también pasó en México con el reporte de la inflación general de la segunda semana de marzo, el dato fue por debajo de lo esperado.

Se acumularon cuatro quincenas consecutivas en que la medición general de precios avanza menos de lo esperado.

Sin embargo, eso no pasa con la parte subyacente.

Bajan principalmente los precios agropecuarios, los de la energía que tiene precios administrados o los del gas natural, donde se diluyó la burbuja mundial.

Pero la inflación core o subyacente (mercancías y servicios) ha bajado poco y está estancada.

Las variaciones anuales de precios en mercancías son altas y dentro de los servicios sigue la tendencia creciente.

Lo peligroso es que las presiones inflacionarias se dan paralelamente con reportes de producción que arrojan signos de sobrecalentamiento de la economía, en gran parte por el alto dinamismo en los servicios.

El IGAE de enero avanzó 3.6 por ciento anual, acelerándose desde el 3.1 anterior, todo gracias a un alto dinamismo del componente del sector terciario o de servicios.

Esta medición sería el equivalente a la del PIB mensual. Los datos de febrero perfilan fuerza.

La producción industrial presentó un fuerte avance mensual de 0.7 por ciento en...

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