Extraña el dinero
| Autor | Omar Cabrera y Verónica Olvera |
MÉXICO.- Las recientes películas de James Bond cada vez presentan más violencia innecesaria, por lo que el actor Roger Moore aseguró que prefiere mantener en el recuerdo las siete cintas que protagonizó como el Agente 007.
Moore dijo ayer en entrevista que extraña los sets cinematográficos y, aunque dedica tres cuartas partes de su tiempo a sus labores como Embajador de la Unicef, busca la manera de mantenerse activo.
"Extraño también el dinero", bromeó "pero busco la manera de hacer algunas cosas, aunque no me comprometo mucho porque para Unicef necesito tiempo. De hecho, no era buen actor, sólo decía: 'Mi nombre es Bond', pasé un buen tiempo filmando esas películas, ahora creo que tienen escenas muy violentas".
El también Comandante de la Orden del Imperio Británico aseguró que su presencia en la Unicef ha servido para dar mayor promoción a los proyectos del organismo.
Moore se encuentra en México para dar a conocer los trabajos que Unicef apoya aquí, así como para ser parte de la ceremonia del décimo aniversario del programa Change for Good/Alas para el Futuro, auspiciado por British Airways y Unicef.
Recordó que fue la actriz Audrey Hepburn quien lo invitó a participar con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
"Me mostró el camino y yo salí al campo a conocer lo que ocurría, me apasionó la labor de Unicef y por eso sigo aquí, esperando que se acabe la violencia y las guerras en el mundo para que reine la sonrisa de los niños", agregó.
El actor, quien ha apoyado programas de lucha contra el VIH y por la planificación familiar, se dijo sorprendido por el debate en México sobre la pastilla anticonceptiva de emergencia.
"Me parece tonto que no quieran ayudar a combatir un problema como ese, aunque también creo que una pastillita no ayudará a mejorar las condiciones de este mundo", aseguró.
Sorprenden más los arreglos que visita de Moore
La mayoría de los niños del Centro Colibrí estaban sorprendidos, pero no por la visita del actor Roger Moore, sino por los arreglos que se le estaban haciendo al inmueble dedicado a la educación integral de los indígenas trabajadores otomíes.
"Por lo regular no arreglan así, están poniendo más adornos, aparte no pintan las paredes cuando volvemos a clases", comentó Karina Ventura, de 11 años.
Entre las mejoras que se le hicieron al Centro, en el que ayer tomaron clases 40 niños en el turno vespertino, fue pintar las paredes de rosa, limpiar...
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