DILETANTE / ¿Ópera o comedia musical?

AutorSergio Padilla

El exceso de parafernalia mediática está haciendo estragos en el mundo de la ópera. En la búsqueda de los promotores por posicionar este arte entre gran público consumidor -con las consecuentes y jugosas ganancias económicas- se ha sacrificado el elemento más importante: la voz humana.

Según lo constatamos hace días en la presentación de la ópera "Carmen" en el Auditorio Telmex -que resultó ser un monumental gato por liebre operístico-, ahora se apuesta en las producciones a la multimedia; la voz ya no importa, para eso se recurre al uso de micrófonos y equipos de amplificación al servicio de cantantes mediocres. La ópera se está convirtiendo así en simple comedia musical.

La voracidad de los promotores creó la mediática figura de "Los 3 Tenores", dizque para acercar la ópera a las masas, cuando en realidad sólo posicionó en el mercado la figura de Pavarotti, Domingo y Carreras, pero no a la ópera. Después inventó una pareja de moda con el tenor mexicano Rolando Villazón y la soprano rusa Anna Netrebko, quienes son más valorados por la "química" que demuestran en escena que por sus voces.

Ahora, a la lista se agrega Paul Potts, al que se presenta antes que nada como un destacado ejemplo de superación ante los reveses de la vida -lo cual es totalmente cierto y loable-, pero que vocalmente está muy lejos de ser un cantante siquiera de...

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