Dignidad en bikini

AutorDora Luz Haw

Con el rostro erguido, pasos macizos y los ojos relampagueando, Emma caminaba por Avenida Universidad en la brava inmensidad del asfalto. Su diminuto bikini arrebataba la mirada de transeúntes, choferes y vecinos que desconcertados se preguntaban cómo es que esta joven de 24 años podía con su valentía levantar un remolino cálido por donde pasaba.

La estudiante de letras hispánicas se desvistió en pleno cruce de Universidad y Félix Cuevas, pintó su cuerpo de rojo y negro e invitó a que la gente escribiera sobre él comentarios, frases y palabras respecto a la situación que actualmente vive la Universidad Nacional Autónoma de México.

Bañada de luz, se cruzó al camellón y comenzó a recorrer la calle cuajada de ojos que se encontraban en su cuerpo y rodeada por un puñado de voces que se amontonaban y le gritaban desde "¡mamacita!" y "¡sabrosa!", hasta "¡qué chingona!", "¡arriba la Universidad!".

Había comenzado su performance titulado Pasionaria. Caminata por la dignidad, propuesta estética con la que intentó llamar la atención de la gente hacia una problemática que al ser manipulada hasta el cansancio, pareciera que ya a nadie le importa.

A un año del inicio del paro en la UNAM, Emma Lauría Villanueva, estudiante con un promedio de 9.58 y el 88 por ciento de los créditos cubiertos, quiso apostarle al arte como una forma de manifestación e información que dejara ver que los afectados no son sólo una masa informe, sino gente con nombre, cuerpo y rostro.

Aunque la artista repartía volantes en los que intentaba dejar en claro que no era miembro del Comité General de Huelga, por el hecho de ser portadora de la bandera rojinegra inmediatamente la gente murmuraba "es del CGH" o "es huelguista".

Su madre, Emma Villanueva, se quedó curvadita y con el ojo cuadrado cuando vio que su hija caminaba con tal seguridad por la calle. Sin embargo, otorgándole todo su apoyo y confianza, caminó a su lado 8 kilómetros bajo un sol inclemente, pasando por el metro Coyoacán, Viveros, Miguel Angel de Quevedo y Copilco hasta llegar a CU.

Doña Emma sólo decía: "Mi hija siempre ha sido muy valerosa y ha luchado por lo que ella cree justo... Pero le aseguro que es...

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