Digitalización sostenible

AutorEmmanuel León Vázquez

Invierno del 2020. Una noticia lejana llegó desde Wuhan, China; un virus potencialmente mortal se esparcía rápidamente entre la población. Era el coronavirus SARS-CoV-2, causante del Covid-19, un virus que lo cambió todo. La población mundial se resguardó en sus hogares para evitar contagiarse, lo que modificó la dinámica de sus vidas. Digitalizarse pasó de ser una opción a una necesidad.

En este periodo, el uso de internet aumentó por las actividades remotas y la compra de servicios o productos online. En 2021, 4 mil 900 millones de personas eran usuarias de internet, un alza del 19.51 por ciento frente a 2019, de acuerdo con la ONU.

Al igual que las personas, los negocios se adaptaron a la nueva realidad. El FMI reveló que la digitalización de negocios en economías avanzadas creció un 6 por ciento, orillados por la necesidad de aumentar su presencia en línea y por el empleo de plataformas que habilitaron el home office.

El cloud computing tuvo el mayor auge en su historia. En Estados Unidos, las inversiones en nube crecieron un 56 por ciento, según la consultora Accenture; lo mismo pasó con el sector de centros de datos, que da vida al cloud, el cual recibió en 2021 una inyección de 237 mil mdd, la mayor desde el 2013, mientras que en 2022 se destinaron 248 mil mdd, de acuerdo con datos de Statista.

Tres años pasaron desde ese invierno y mucha agua ha corrido bajo el puente. A fecha de publicación de esta revista, la OMS no ha decretado el fin de la pandemia, pero la vuelta a la normalidad es casi un hecho. Los cines revientan con Super Mario Bros., las calles lucen el tránsito habitual y los estudiantes se arremolinan en las entradas de las escuelas como siempre. Pero no todo volvió a ser igual.

El impulso digital permaneció incólume, trascendió la coyuntura pandémica dando paso a nuevos modelos de paradigmas de consumo y producción, estimó la Cepal. El impacto positivo en la productividad laboral, verificada por el FMI, y el cambio cultural, que supuso comprar en línea a cualquier hora y desde cualquier lugar, permaneció.

Los centros de datos y el cloud son la fórmula perfecta para continuar esta digitalización. Ambos mercados tienen un futuro promisorio. Iron Mountain, empresa de servicios de administración de información empresarial, prevé que el primero crecerá un 7.5 por ciento este año, mientras Axity, consultora informática, vislumbra que en 2023 el valor de cloud se triplicará. Los beneficios son visibles, pero claro, no todo es miel sobre hojuelas.

Según Nutanix, empresa que vende software como servicio, combinando la operación de centros de datos de regiones de Europa, Oriente y África, el consumo eléctrico asciende a 90 teravatios por hora al año, lo que equivale a la emisión contaminante de 5.9 millones de autos. Esto incrementará bestialmente con el uso de IAs como ChatGPT, que por entrenamiento consume mil 287 MWh y causa emisiones de más de 550 toneladas de dióxido de carbono.

Ante los retos energéticos de los centros de datos y el incremento en emisiones de carbono a la atmósfera con la llegada de tecnologías como la IA, acudimos con fabricantes de servidores como Lenovo y Dell para saber cómo están reduciendo la huella de carbono de este tipo de dispositivos, mientras que KIO Networks pinta un panorama del sistema de nube en México.

SHREK SOSTENIBLE

Steamboat Willie, cortometraje animado de Disney, lanzado en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR