Diga adiós a la nube negra

AutorLuisa García

Héctor Guajardo, un hombre de mediana edad, tiene una familia, un buen empleo y aparentemente está mejorando sus condiciones de vida.

Sin embargo, es pesimista con relación al futuro y considera que el porvenir no trae esperanzas de seguridad para él ni su familia. No es el único que piensa así. En realidad, el mundo está lleno de fatalistas, gente sin fe en el futuro.

El sondeo global "La Voz del Pueblo", realizado por la firma Gallup International Association para el Foro Económico Mundial 2008, reveló una pérdida de fe sobre las condiciones en que vivirá la próxima generación.

De acuerdo con el psicólogo Víctor Ramírez Mota, las personas tienden cada vez más a la depresión, que es generada por el mismo pesimismo. "La violencia es a la vez un reflejo y un reforzamiento del negativismo, y los individuos tienden a pensar que todo va a empeorar. Por otro lado, los aumentos mínimos de sueldo y los incrementos en los precios son factores psicosociales que no ayudan", asegura Ramírez Mota.

El psiquiatra José Castillo explica que, al disminuir la calidad de vida, se crea un "caldo de cultivo" ideal para que el cerebro reaccione negativamente. "Cuando estamos presionados por factores sociales, económicos o de salud, el cerebro siente mucha incertidumbre y crea un estado de alerta que activa los centros o estructuras cerebrales negativas, las cuales son productoras de pensamientos negativos", agrega Castillo.

Adiós al pesimismo

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