'Sería muy difícil sin el Ejército'

AutorJorge Ricardo

TECÁMAC.- Hace un año, en avión, llegó a tiempo. Ese día, el Presidente Andrés Manuel López Obrador despegó a las nueve de la mañana del Aeropuerto de la Ciudad de México y aterrizó 11 minutos después en la pista militar del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que así se estrenaba.

Ayer, que iba a inaugurar dos escuelas y dos museos ahí mismo, atravesó a ras de tierra las carreteras y puentes inconclusos con que será inaugurado el nuevo aeropuerto y llegó media hora tarde. Fue lo disonante en la disciplina militar del Día de las Fuerzas Armadas. Eso y las canciones del Cuarteto de Voces de la Secretaría de la Defensa.

Unos 650 invitados, la mayoría militares y reporteros que por falta de carreteras al nuevo aeropuerto entraron por la parte trasera de las instalaciones, lo esperaban en el comedor de la Escuela Militar de Tropas Especialistas de la Fuerza Aérea, con el desayuno servido en 80 mesas. Con la instrucción de no tomar el tenedor hasta que llegara el Presidente, se entretenían con las fotos de helicópteros y escudos de las paredes. Antes que López Obrador, cruzó el salón su documentalista, Epigmenio Ibarra.

Saludos militares y aplausos de pie para el ingreso del Presidente y su esposa Beatriz Gutiérrez, los gobernadores del Estado de México, Alfredo del Mazo, y de Hidalgo, Omar Fayad, y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, así como representantes del Congreso y del Ejército.

El comandante de la Fuerza Aérea, Gerardo Vega Rivera, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, reitera la lealtad correspondiente, pero el Cuarteto de Voces de la Sedena acabó con la rigidez del momento. Comenzaba el desayuno: fruta, jugo verde y de zanahoria, sopes de pollo, quesadillas de hongos, huevo en chile pasilla, chilaquiles, café. Sabor a cuartel y olla vieja. Los símbolos del Ejército hasta en las servilletas de papel.

"Siempre que te pregunto/ que cuándo, cómo y dónde/ tú siempre me respondes/ quizás, quizás, quizás...", cantaba el grupo. A tono con la conferencia de López Obrador por la mañana. No es ruptura, pero es una pausa, había dicho sobre la relación con España. Siguió algo de La Maldita Vecindad: "Roja es la luz/ luz de neón que anuncia el lugar/ baile kumbala bar...". Pero no era un bar, era un comedor militar, en una ciudad militar, dentro de una aeropuerto militar que dará servicio a civiles y se quedará con las ganancias.

Silencio militar también, a la hora en que se paró para hablar el Presidente...

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