Diego Valadés / Senado y coalición

AutorDiego Valadés

Con el ánimo de atenuar el desprestigio de los partidos y del sistema representativo, algunos dirigentes políticos proponen eliminar los 32 senadores de representación proporcional.

El argumento económico es tan artificial como en el caso de la Cámara de Diputados, pues una disminución del 25% en el monto de las dietas compensaría el ahorro por la supresión de esas senadurías. En cuanto a prescindir del personal técnico es otro asunto y se origina en la incomprensión del trabajo congresual.

En la mayor parte de los Estados constitucionales, en los congresos y parlamentos existe un amplio personal profesional para colaborar en las tareas sustantivas de los legisladores, y en todos los casos se apoya además a cada uno de esos representantes con auxiliares para sus labores legislativas y políticas.

En México se han hecho esfuerzos por formar personal especializado en el Congreso de la Unión, pero todavía no se construye un sólido cuerpo estable de letrados. Otro tanto se puede decir de los congresos locales, donde las carencias son incluso más marcadas.

Disponer de cuadros de alto nivel mejora el desempeño de los legisladores y la imagen que proyectan hacia la ciudadanía. La reelección, que será posible a partir de 2018, favorecerá la profesionalización de los legisladores y propiciará que mejore la calidad de los cuerpos técnicos auxiliares pues la ciudadanía tenderá a estar cada vez más informada acerca de lo que sus representantes hagan.

Las propuestas para "abaratar" el trabajo del Congreso corresponden a una visión deformada de la democracia representativa. Si lo que se busca es gastar poco, la dictadura resulta más económica porque prescinde de jueces autónomos y de representantes populares. La disyuntiva es simple: se paga el costo de la falta de libertades o se paga el de ejercerlas, resguardarlas e incrementarlas.

Otro argumento para suprimir la representación proporcional en el Senado consiste en restituirle el carácter de cámara federal. La realidad es que sólo fue un órgano de la federación en la Constitución de 1824. Las constituciones de 1836 y de 1843 fueron centralistas y mantuvieron al Senado y la de 1857 restituyó la federación sin que hubiera Senado. El Senado fue restablecido en 1874 pero no como órgano representativo de los Estados porque desde entonces el Distrito Federal también tuvo senadores. En el sistema constitucional mexicano el Senado es un órgano de la representación política nacional; en toda...

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