Diario íntimo de Lulú Petite

Lulú PetiteEL GRÁFICOUna de chacalesQuerido diario: Había en él un salvajismo lujurioso: Piel oscura, gruesa, manos grandes, brazos duros y con ríos de arterias dibujados bajo su piel. Cuello ancho, mandíbula cuadrada, pelos cortos y parados, bigotito a la Pedro Infante, cejas pobladas y seño fruncido. Un chacal perfecto.Me puse de rodillas frente a su cuerpo desnudo y miré su miembro mientras crecía delante de mis ojos.Se le puso dura, enorme, venosa. De su cabecita circuncidada salía una gota aceitosa que brillaba haciéndola lucir aún más deliciosa.Empecé por masturbarlo despacio, mirando el precioso miembro que me iba a comer.Con el dorso de mi mano recogí el exceso de lubricación que resbalaba ya por el tallo de aquella durísima herramienta.Sentirla en mi boca fue estupendo. Aún con el condón, sentí lo tibio de su carne, las texturas de sus venas, el palpitar de su sexo. Con su miembro en mi garganta, apreté sus testículos suavemente, él gimió, pero me dejó jugar. Los acaricié como si fueran cerámica, como si con ellos pudiera modelar una escultura de barro.Me tomó...

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