Diario íntimo de Lulú Petite

Con todo su fusilLulú Petite

EL GRÁFICOQuerido diario: Para no perder el equilibrio, me agarré de sus pantorrillas, las tenía fuertes y carnosas, y así, en cuclillas, me llevé su miembro a la boca.

El olor de su pubis y el sabor a látex del condón se mezclaron en mi cabeza. Qué tipo tan cachondo.

¿Te he dicho que me gustan este tipo de machos? Es moreno, alto, pero no gigantesco, correoso y fuerte en cada uno de sus músculos. No de esos cuerpos esculpidos en el gimnasio, con horas de rutinas, kilos de proteínas y decenas de entrenadores, sino de esos cuerpos macizos mitad por genética, mitad por mantenerse activo.

Es soldado, me dijo. ?Hace mucho que no cojo ?agregó.

Traía el hombre unas ganas que se sentían. Había en la habitación una mezcla de belleza salvaje, olor a testosterona.

?Levántate ?me ordenó con tono militar. No pude resistirme a obedecerle. Me ponía tan cachonda que me cogiera un tipo tan varonil.

Me puse de perrito, a mitad de la cama. Él se colocó detrás de mí, de rodillas, puso sus dedos índice y medio en mi vulva, hinchada de deseo, y recogió mis jugos con cierta...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR