Diario Intimo de Lulu Petite

Su leche tibiaLulu Petite

EL GRAFICOQuerido diario: Fernando estaba sonriendo cuando me atrapó por la cintura con un brazo, en una de esas movidas juguetonas a las que a mí me gustaba ceder a punta de risitas.

Las luces eran tenues. Mis manos se pasearon por el ancho de sus hombros mientras nos besábamos con lengua, lentamente. Tomé ventaja de la cercanía para ir tirando de su camiseta hacia arriba. Me tomé mi tiempo en recorrer los músculos tensos bajo su piel morena con una caricia larga, y cuando llegué a sus hombros, le desnudé el torso con un suspiro de triunfo. Él fue rápido, apoderándose de mis nalgas en el momento en el que retomamos el beso, cuando sentí el roce caliente y palpitante de su bulto contra mi vientre.

Busqué apoderarme de él con una mano, incluso por arriba del pantalón, pero entre los apuros de la excitación que me vibraba en la piel terminé poniéndome de rodillas frente a él.

?Aquí está, hermosa ?me dijo al entregarme el paquetito brillante del condón, muy pendiente de cada movimiento mío. Sonreí mientras le bajaba la cremallera del pantalón para liberar esa delicia. Me bastó tirar de su ropa interior hacia abajo para que su erección quedara campante ante mi rostro. Viéndola tan gruesa e hinchada provocó que una ola de calor me viajara del cuello a las pantorrillas. Me mordí el labio inferior antes de recomérmelo con la punta de la lengua, y desde abajo lo vi a él siendo testigo de todo mi deseo con una expresión complacida. Compartimos una mirada bastante cómplice, pero no me tardé mucho más en envolver su pieza con el forro brillante del preservativo.

Me la introduje en la boca lentamente, paladeando cada centímetro de esa piel que irradiaba calor. Él tenía las manos puestas en su cintura e...

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